<p>Hace apenas unas horas, a lomos de un descapotable, <strong>Nicole Wallace</strong> (Madrid, 2002) hacía acto de presencia ante 4.000 adolescentes enfervorecidos en el madrileño Palacio de Vistalegre. En las últimas semanas su vida ha sido un ir y venir de París a Milán, de Sao Paulo a Los Ángeles… Y, por delante, aún el estreno de <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/cine/2024/08/08/66b4d12de9cf4ac40c8b459f.html»><i>Culpa tuya</i></a><i>, </i>la segunda entrega de la trilogía <i>Culpables</i>, <a href=»https://www.elmundo.es/yodona/actualidad/2024/12/19/676136e6fdddff9f838b459e.html»>basada en las novelas de Mercedes Ron</a>, en Prime Video este próximo viernes.</p>
La actriz estrena ‘Culpa tuya’, segunda parte de la trilogía adolescente ‘Culpables’. Su primera entrega fue la película de habla no inglesa más vista en la historia de Prime Video
Hace apenas unas horas, a lomos de un descapotable, Nicole Wallace (Madrid, 2002) hacía acto de presencia ante 4.000 adolescentes enfervorecidos en el madrileño Palacio de Vistalegre. En las últimas semanas su vida ha sido un ir y venir de París a Milán, de Sao Paulo a Los Ángeles… Y, por delante, aún el estreno de Culpa tuya, la segunda entrega de la trilogía Culpables, basada en las novelas de Mercedes Ron, en Prime Video este próximo viernes.
«Por un lado estoy tranquila porque la primera ya ha gustado y eso quita el miedo a que no funcione. Y, a la vez, está la presión de estar a la altura de las expectativas». Esas expectativas son que su primera parte, Culpa mía, fuera la película de habla no inglesa más vista en la historia de la plataforma. «Entrar en un proyecto con un fandom tan grande te hace estar expuesta y obviamente tiene su parte negativa, pero es que a mí me ha abierto tantas puertas«.
Porque esta es su tercera película, sumada a otras tres series, y solo con eso Nicole Wallace, a sus 22 años, ya ha lanzado la expansión internacional de su carrera. Ella será una de las protagonistas de la ambiciosa adaptación de La casa de los espíritus que Prime Video tiene entre manos. Y la locura por la saga juvenil de Culpables ha desbordado sobradamente las fronteras españolas. «Yo ahora mismo disocio mucho, ni proceso ni pienso en que me conocen a nivel mundial. Cuanto menos lo piense mejor, ese es un mecanismo de defensa increíble. Eso también es un arma de doble filo porque voy en piloto automático y normalizo todas las cosas increíbles que me pasan, no me permito disfrutar al 100%. Eso me protege bastante y me permite tener los pies en la tierra».
- Algo estarás disfrutando, ¿no?
- Soy muy feliz y vivo experiencias increíbles, pero no disfruto como una noche de pijamas con mis amigas. Disfruto mucho más eso que un tour mundial con 80.000 personas gritándome. Disocio mucho, de verdad, cuando me pongo esta ropa, me maquillan y me subo a un avión mi cerebro se pone en modo trabajo. A mí eso no me llena, me llena estar en un set, hacer una película más que toda la parte del glamour. Eso no me deja ser espontánea, estar relajada porque estoy pendiente de todo lo que me rodea. Cuando eres la cara de un proyecto muy grande, mucha responsabilidad cae en ti y yo soy bastante workaholic.
- ¿Quién es entonces la verdadera Nicole?
- Yo siempre he sido muy disciplinada, sé que si llego tarde a un rodaje hay 100 personas que van a llegar tarde a sus casas o a un compromiso que tenían. Desde pequeñita me encanta ser líder, intentar que el trabajo de todo el mundo sea más fácil. A mí me parece una cosa súper rara llegar a un rodaje y no saberte el nombre de nadie, si yo paso más tiempo con el equipo que con los actores porque me siento muchísimo más cómoda. Respeto mucho lo de los eventos y el postureo de hacerse foto, pero no me siento nada cómoda. Ayer lo hablaba con mis amigas, en cinco años veo que mi carrera habrá despegado como un cohete y estaré disociada perdida o estaré en una granja dando clase a niños en el mundo real.
- Eso choca con el miedo a estar fuera de la profesión de muchos actores
- Esta es una carrera muy inestable, que sube, baja y es difícil mantenerse, pero es una carrera de fondo. Mi madre me lo ha dicho millones de veces. Si lo haces bien puedes trabajar hasta los 70 u 80 años, mientras estés vivo puedes seguir haciendo personajes. Pero no me da miedo verme fuera, es que me relaja pensar que en cualquier momento lo puedo dejar porque esta es una industria difícil. Pienso que en algún momento también puedo ser una Nicole psicóloga, con una vida normal.
- ¿Eso explica que sigas con la carrera de Psicología? ¿Que tu vida no vaya a ser siempre esto?
- Yo no pensaba que esto me iba a salir bien y mi madre me decía que tuviera un plan b. Está bien tener ese colchón porque además en la industria se pueden hacer muchas cosas. Ahora estoy en un curso de producción porque en algún momento me gustaría tener una productora con mi hermana [la directora Chloé Wallace] para crear y contar historias.
La historia de Culpa tuya es un argumento de sobra explotado. Chica y chico ricos, hermanastros y por supuesto guapos, se enamoran. Primero llega el sexo sin control, en baños, piscinas, soportales… y, de fondo, la toxicidad propia de esa relación. En paralelo, problemas con un camello, carreras ilegales, rupturas, enganches… Gasolina para las encendidas mentes adolescentes. Y, con ello, la clásica pregunta: ¿se está dando un buen ejemplo a estos? «Yo intento no menospreciar a las chicas y chicos de hoy en día, que son bastante inteligentes y están muy informados. La salud mental y las relaciones tóxicas son algo de lo que hablan a diario y saben muy bien cuándo una relación no está bien».
«En cinco años mi carrera habrá despegado como un cohete o estaré en una granja dando clase a niños»
- ¿Entiende que se les infantiliza?
- Yo creo que sí, pienso en mí misma y con 18 años ya era una tía muy madura, con las cosas muy claras aunque obviamente la cagaba mucho. Pero era consciente de que la estaba cagando y en la vida hay que cagarla para ir aprendiendo. Yo asumo la responsabilidad que tengo, pero me gusta mucho que hay madres que me paran por la calle y me dicen que a sus hijas les gusto mucho.
- ¿Le suele pasar?
- En Chile me paró una madre diciéndome que tenía un rollo muy diferente. No sabía a que se refería. Claro, es que estaba en super con una bolsa del Zara, con un chándal negro manchado y con un moño que parecía una niña de 16 años. Me dijo que le iba a decir a su hija que me siguiera porque era un buen referente y eso me pareció el mayor cumplido del mundo.
- Ahí llegamos al debate actual de los cánones de belleza.
- Sí, total y yo tuve que hacer un trabajo. Al principio me daba palo que la gente me parara de camino al gimnasio, con chándal, sudada… porque pensaba que esa foto iba a acabar en Twitter y la iba a ver todo el mundo. Pero mi trabajo fue pensar que prefiero que la gente se acostumbre a mi cara real, a la del 90% de los días, que voy sin maquillar. Prefiero eso a que la gente piense que soy una persona completamente procesada. No es que esa Nicole no sea yo, pero es que esa Nicole ha pasado dos horas por maquillaje, peluquería, estilistas, tiene una luz preciosa para la foto. Son cosas que en el día a día la gente no tiene. Ni yo las tengo y luego ven una foto tuya real y pasa lo que pasa.
- Ha pasado en apenas unas semanas con Sydney Sweeney, Ester Expósito, Lalachus…
- Si están acostumbrados a vernos todo el rato perfectas, cuando ven una foto del día a día dicen que si tenemos depresión o hemos engordado. No, simplemente no he pasado por dos horas de maquillaje, peluquería, luz, estilismo y 800.000 cosas. Es que lo de engordar… Mira, a mí ahora la gente me ve mucho porque estoy de promo, pero llevo un año sin aparecer en ningún sitio y puedo haber cogido unos kilos o haberlos perdido. Soy un ser humano cambiante y viviente, no la persona que ven a través de una pantalla.
- En la industria del cine se está abriendo un Me Too, ¿cómo lo valoras?
- Creo que en España vamos muy atrasados en ese tema, nos cuesta mucho. A nivel ideológico estamos en el mismo sitio que todo el mundo, pero a nivel burocrático, político y de puestos de poder vamos muy atrasados. Yo tengo muchas ganas de que salga todo, de quemarlo todo y de empezar una industria desde cero. Creo que es muy necesario y me hace gracia cuando veo comentarios de que esto solo son post de Instagram. Si surge en Instagram es porque es el único sitio donde no te cierran puertas, es el único sitio donde llegas a un montón de gente sin que te juzguen y te silencien. En algún momento esta burbuja explotará.
- La tuya es una generación que ha entrado ya en una industria cambiada, ¿has sentido también el machismo?
- Sin duda, pero este año he perdido mucho miedo a hablar de ello y lo hago con cada persona, en cada mesa y en cada reunión. Hay que dar nombres, situaciones… lo más abiertamente posible y sin pudor porque esa es la única manera de que las mujeres no tengan miedo. Pero sí, el machismo está mucho más normalizado en el cine de lo que el público cree. La gente piensa que en 2025 ni de broma pasaría esto, pero es que está pasando todo el rato. En España aún no tenemos un sistema, como en Estados Unidos, para evitar que haya estos casos.
El pasado miércoles, el diario El País hacía pública una denuncia de 27 mujeres contra Eduard Cortés, director de la serie Ni una más, por acoso sexual. Una de las protagonistas de esa ficción es Nicole Wallace. Esa información salió a la luz al día siguiente de que se realizara esta entrevista y desde el equipo de la actriz descartaron realizar nuevas declaraciones sobre ese caso concreto. Sin embargo, la actriz asegura haber «vivido muchas veces situaciones desagradables» en el oficio. «Hay muchas situaciones donde te pones en riesgo porque estás expuesta todo el rato. En esta industria hay mucha gente en puestos superiores a ti, en un set hay 100 personas que deciden, que te ponen un micro, un director que te dirige.. Es tan fácil que alguien viole tu vulnerabilidad y tu comodidad».
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