Christopher Lambert: «Nunca entro solo en un ascensor con una mujer»

<p>»En Francia me llaman Christoph, en el resto del mundo Christopher. Tengo dos pasaportes. Soy esquizofrénico», dice mientras sonríe Christopher Lambert, de 67 años. Retratamos a un actor que tuvo una inmensa popularidad. En Venecia recogerá el Premio Filming Italy Venice, creado por Tiziana Rocca, que lo ha descrito como un «icono internacional».</p>

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 El actor de ‘Los inmortales’ repasa su carrera, sus éxitos y también sus complejos. «¿Si considero peligrosa a Marine Le Pen? No me gusta el extremismo, ni de derechas ni de izquierdas», dice.  

«En Francia me llaman Christoph, en el resto del mundo Christopher. Tengo dos pasaportes. Soy esquizofrénico», dice mientras sonríe Christopher Lambert, de 67 años. Retratamos a un actor que tuvo una inmensa popularidad. En Venecia recogerá el Premio Filming Italy Venice, creado por Tiziana Rocca, que lo ha descrito como un «icono internacional».

¿Había visitado el Festival de Venecia?Sí, en otra ocasión, por Una vez en África, de Claire Denis. Fue en 2009, creo. Me gusta el Lido porque no tiene un mercado, es el único festival del mundo al que vas sólo a ver películas. Pero no tengo nada en contra de la alfombra roja, al contrario, me gusta conocer a los fans.¿Mucha gente piensa que es francés?Mis padres lo eran. Yo nací en Nueva York y crecí en Suiza. De Francia lo que menos me gusta son los parisinos, porque cuando vienes de la capital de un país te crees mejor, más importante que la provincia.¿Le gustaron los Juegos Olímpicos de París?Sí, pero reconozco que fue jodidamente complicado organizarlos en la ciudad.¿Ve a Marine Le Pen como un peligro?No me gusta el extremismo, ni de derechas ni de izquierdas.Debutó en el cine con un director italiano.Así es, con Sergio Gobbi. Siento devoción por el cine italiano. Sergio Leone para mí lo reinventó, trabajé con Ferreri y también con Salvarores en Nirvana, que era visualmente increíble e imaginativa. Me encanta el espíritu positivo de los italianos, no son como los parisinos, que siempre se quejan.Protagonizó películas que marcaron a una generación en los años 80, como Greystoke: la leyenda de Tarzán, Subway: en busca de Freddy y Los inmortales, en la que interpretó a Connor MacLeod.Siento más afecto emocional por las dos primeras. En Los inmortales mi inglés era primitivo y académico.Siempre sufrió de mala vista.De chaval me acomplejaba. En el colegio me dijeron que era bizco, lo que me hizo correr al baño y quedarme mirándome frente al espejo para decirme que no era verdad. Además, no puedo usar lentillas porque me provocan alergia. Así que intenté utilizar la miopía en mi forma de actuar.Tuvo una relación con Alba Parietti de la que se habló mucho tiempo.Quizás en Italia, pero no en Francia. Duró sólo seis meses, fue una historia corta, se acabó porque las relaciones a distancia son complicadas. Alba es divertida, hiperactiva. No perseguíamos una ilusión: era una relación de verdad.¿Alguna actriz que aprecie mucho?Monica Bellucci. Pero la última vez estuvo trabajando con una ex novia mía, Sophie Marceu, y sólo pudimos saludarnos.¿Está enamorado ahora?Estoy soltero desde hace ocho años. Tengo una hija de 30 años, Eleonora, que participa activamente en política y quiere ser actriz. Tuvo una estupenda educación.Pertenece a una generación de seductores en la que el #MeToo era inimaginable.Es un movimiento sacrosanto. Hay que tener cuidado con los excesos. Por ejemplo, ya no entro solo en una ascensor con una mujer, a menos que sea mi novia.

«No me atraen los cineastas intelectuales»

¿Ha cambiado su idea del cine con el paso de los años?No, todavía me gustan las películas de fantasía y acción. Me encantan también las que dan esperanza, como Pretty Woman . El cine es entretenimiento. No me atraen los intelectuales. ¿Antonioni? Bueno, es una leyenda. Pero yo no soy el tipo de actor como De Niro, que empatiza con el personaje y se convierte en alguien distinto, incluso físicamente.¿Está trabajando?Sí, elijo los proyectos y la duración de mi compromiso. Tengo cuatro películas. Let her shoot 2, con Giampaolo Morelli, que también es el director, Slippery, que es un thriller con Anthony Hopkins y Zoomers, una película de acción ambientada en Los Ángeles, Bangkok y Holanda. No soy sólo un actor: soy un hombre de negocios que invierte en internet, restauracion y en hoteles en Francia. ¿Cuántos empleados tengo? No los he contado, no tengo idea, deben ser unos doscientos.Pertenecer a una familia rica…No es que como se ha dicho, mi padre era de clase media, era diplomático en las Naciones Unidas.¿Por qué quiso dedicarse a la interpretación?A los 12 años ya actuaba en un contexto familiar y me gustaban los aplausos del final.Tuvo un problema con la bebida.Es verdad. Me sucedió como con el tabaco. Hasta que un día me dije a mí mismo: ya basta. Me estaba haciendo daño.

«Tuve un problema con la bebida hasta que un día dije: basta»

¿Ser considerado un símbolo sexual es divertido o aburrido?Es divertido, siempre y cuando no te lo tomes demasiado en serio.¿Dónde vive?Entre París, Nueva York y Los Ángeles. Lamento haber extraviado mi colección de animales de peluche que tuve que dejar en algún almacén. Cultura

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