La calefacción representa cerca del 40% del consumo energético en los hogares españoles, y con más del 60% de las calderas en funcionamiento con más de 15 años de antigüedad, el impacto en la eficiencia energética y las emisiones de CO2 es alarmante. La renovación de estos sistemas es clave para mejorar el ahorro y reducir la huella de carbono de los edificios en España.
En línea con las normativas europeas, que buscan edificios cero emisiones para 2050, el sector de la calefacción se enfrenta a una necesaria transición hacia tecnologías más eficientes. En España, alrededor de nueve millones de calderas están en funcionamiento, de las cuales más de seis millones utilizan tecnología obsoleta, lo que no solo afecta el bolsillo de los usuarios, sino también al medioambiente.
Las calderas de condensación se presentan como una solución efectiva para reducir el consumo y las emisiones.
¿Qué son las calderas de condensación?
A diferencia de las calderas convencionales, estas calderas aprovechan el calor latente del vapor de agua que se genera durante la combustión, en lugar de dejarlo escapar. En las calderas tradicionales, esta energía se pierde en forma de humo, lo que resulta en una pérdida de hasta un 35% del poder calorífico. Las calderas de condensación, en cambio, aprovechan este calor, permitiendo que el vapor se condense y liberando energía adicional para calentar la vivienda.
Esta tecnología permite reducir el consumo de gas entre un 25% y un 30%, lo que representa un ahorro económico notable y una amortización rápida de la inversión inicial en solo uno o dos años, dependiendo del uso. Además, las calderas de condensación emiten hasta un 70% menos de dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx), contribuyendo significativamente a la sostenibilidad y al cumplimiento de esas normativas europeas que buscan edificios de cero emisiones para el 2050.
Ventajas de las calderas de condensación
Una de las ventajas destacadas de las calderas de condensación es su funcionamiento modulante, que ajusta la energía utilizada a las necesidades reales de la vivienda. Esto significa que la caldera opera en función de la demanda de calefacción del momento. A diferencia de las calderas tradicionales, que suelen trabajar al máximo de su capacidad incluso para demandas bajas, las calderas de condensación permiten mantener una temperatura constante a lo largo del día, mejorando el confort en el hogar y evitando picos de consumo innecesarios.
Además, si se utilizan sistemas de control domótico gestionados a través de dispositivos móviles, se puede programar el encendido de la caldera desde cualquier lugar, lo que permite ahorros adicionales de hasta un 7% en el consumo de energía.
El uso de las calderas de condensación en España
Con el fin de reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), todas las calderas que se comercializan en España deben incorporar generadores de alta eficiencia, siendo las calderas de condensación obligatorias en el caso de aquellas que funcionan con gas. De acuerdo con el informe Sector de la Calefacción 2020 de FEGECA, esta tecnología se ha consolidado como un recurso clave para alcanzar los objetivos climáticos de la Unión Europea gracias a su eficiencia y capacidad de reducir las emisiones de CO2.
El precio aproximado de reemplazar una caldera convencional por una de condensación económica se sitúa entre los 1.500 y los 1.800 euros. Sin embargo, a futuro, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) de 2021 prevé que estas calderas sean progresivamente sustituidas por sistemas de energías renovables, como la aerotermia, que cada vez se utiliza más en nuevas construcciones por su menor impacto ambiental.
La combinación de calderas de condensación y sistemas de aerotermia representa un avance hacia viviendas con un consumo energético casi nulo, contribuyendo a la meta de sostenibilidad y respeto por el medioambiente.
Bosch ayuda a renovar el parque de calderas de España
En respuesta a la urgente necesidad de modernizar el obsoleto y poco eficiente parque de calderas en España, Bosch Home Comfort lanza una acción bajo el nombre ‘La Caldera Junkers Más Antigua’ cuyo objetivo es sustituir una caldera convencional por otra más eficiente y con tecnología de última generación de manera gratuita.
Una iniciativa con la que se pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia de actualizar los sistemas de calefacción para mejorar la eficiencia energética, así como para reducir el coste de las facturas en el hogar.
El plazo de inscripción finaliza el 31 de diciembre y los usuarios que deseen participar en esta acción deberán cumplir con los siguientes requisitos:
Ser mayores de 18 años y residir legalmente en España (dentro de la península, se excluye Ceuta y Melilla).Tener instalada una caldera marca Junkers con al menos 10 años de antigüedad.Registrarse y subir la información requerida en la página web de Junkers Bosch en el apartado de campañas (www.junkers-bosch.es). Este tipo de calderas aprovechan el calor latente del vapor de agua, maximizando el uso de energía y reduciendo las emisiones contaminantes en hasta un 70%.
La calefacción representa cerca del 40% del consumo energético en los hogares españoles, y con más del 60% de las calderas en funcionamiento con más de 15 años de antigüedad, el impacto en la eficiencia energética y las emisiones de CO2 es alarmante. La renovación de estos sistemas es clave para mejorar el ahorro y reducir la huella de carbono de los edificios en España.
En línea con las normativas europeas, que buscan edificios cero emisiones para 2050, el sector de la calefacción se enfrenta a una necesaria transición hacia tecnologías más eficientes. En España, alrededor de nueve millones de calderas están en funcionamiento, de las cuales más de seis millones utilizan tecnología obsoleta, lo que no solo afecta el bolsillo de los usuarios, sino también al medioambiente.
Las calderas de condensación se presentan como una solución efectiva para reducir el consumo y las emisiones.
¿Qué son las calderas de condensación?
A diferencia de las calderas convencionales, estas calderas aprovechan el calor latente del vapor de agua que se genera durante la combustión, en lugar de dejarlo escapar. En las calderas tradicionales, esta energía se pierde en forma de humo, lo que resulta en una pérdida de hasta un 35% del poder calorífico. Las calderas de condensación, en cambio, aprovechan este calor, permitiendo que el vapor se condense y liberando energía adicional para calentar la vivienda.
Esta tecnología permite reducir el consumo de gas entre un 25% y un 30%, lo que representa un ahorro económico notable y una amortización rápida de la inversión inicial en solo uno o dos años, dependiendo del uso. Además, las calderas de condensación emiten hasta un 70% menos de dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx), contribuyendo significativamente a la sostenibilidad y al cumplimiento de esas normativas europeas que buscan edificios de cero emisiones para el 2050.
Ventajas de las calderas de condensación
Una de las ventajas destacadas de las calderas de condensación es su funcionamiento modulante, que ajusta la energía utilizada a las necesidades reales de la vivienda. Esto significa que la caldera opera en función de la demanda de calefacción del momento. A diferencia de las calderas tradicionales, que suelen trabajar al máximo de su capacidad incluso para demandas bajas, las calderas de condensación permiten mantener una temperatura constante a lo largo del día, mejorando el confort en el hogar y evitando picos de consumo innecesarios.
Además, si se utilizan sistemas de control domótico gestionados a través de dispositivos móviles, se puede programar el encendido de la caldera desde cualquier lugar, lo que permite ahorros adicionales de hasta un 7% en el consumo de energía.
El uso de las calderas de condensación en España
Con el fin de reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), todas las calderas que se comercializan en España deben incorporar generadores de alta eficiencia, siendo las calderas de condensación obligatorias en el caso de aquellas que funcionan con gas. De acuerdo con el informe Sector de la Calefacción 2020 de FEGECA, esta tecnología se ha consolidado como un recurso clave para alcanzar los objetivos climáticos de la Unión Europea gracias a su eficiencia y capacidad de reducir las emisiones de CO2.
El precio aproximado de reemplazar una caldera convencional por una de condensación económica se sitúa entre los 1.500 y los 1.800 euros. Sin embargo, a futuro, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) de 2021 prevé que estas calderas sean progresivamente sustituidas por sistemas de energías renovables, como la aerotermia, que cada vez se utiliza más en nuevas construcciones por su menor impacto ambiental.
La combinación de calderas de condensación y sistemas de aerotermia representa un avance hacia viviendas con un consumo energético casi nulo, contribuyendo a la meta de sostenibilidad y respeto por el medioambiente.
Bosch ayuda a renovar el parque de calderas de España
En respuesta a la urgente necesidad de modernizar el obsoleto y poco eficiente parque de calderas en España, Bosch Home Comfort lanza una acción bajo el nombre ‘La Caldera Junkers Más Antigua’ cuyo objetivo es sustituir una caldera convencional por otra más eficiente y con tecnología de última generación de manera gratuita.
Una iniciativa con la que se pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia de actualizar los sistemas de calefacción para mejorar la eficiencia energética, así como para reducir el coste de las facturas en el hogar.
El plazo de inscripción finaliza el 31 de diciembre y los usuarios que deseen participar en esta acción deberán cumplir con los siguientes requisitos:
20MINUTOS.ES – Tecnología
