‘El 47’: la voz clara y cierta de los sinvoz de la Transición (***)

<p>Hay una historia de España y del cine español de la Transición aún por contar y recordar bien. Es una historia que tiene que ver con lo que precisamente no se vio o se vio siempre desde la misma perspectiva. Películas como ‘<i>Numax presenta…</i>’ (1979), de Joaquim Jordá, o <i>’Los jóvenes del barrio</i>’ (1982), de Video-Nou, son solo dos ejemplos mínimos y siempre ocultos de un cine construido desde la colectividad. Lo que importaba entonces y sigue siendo relevante hoy es la toma de la palabra, el cuestionamiento mismo del mecanismo de la representación. Si lo que se denuncia es <strong>»la indignidad de hablar por otros»,</strong> como decían los cineastas del mayo francés, la tarea siempre será la de la reapropiación del significado de cada imagen impuesta. Suena tremendo y, en realidad, es cosa del monopolio.</p>

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 Marcel Barrena rastrea en la memoria escondida reciente para ofrecer un furioso y entusiasta retrato de la cara B de los orígenes democracia de la mano de un descomunal Eduard Fernández  

Hay una historia de España y del cine español de la Transición aún por contar y recordar bien. Es una historia que tiene que ver con lo que precisamente no se vio o se vio siempre desde la misma perspectiva. Películas como ‘Numax presenta…’ (1979), de Joaquim Jordá, o ‘Los jóvenes del barrio’ (1982), de Video-Nou, son solo dos ejemplos mínimos y siempre ocultos de un cine construido desde la colectividad. Lo que importaba entonces y sigue siendo relevante hoy es la toma de la palabra, el cuestionamiento mismo del mecanismo de la representación. Si lo que se denuncia es «la indignidad de hablar por otros», como decían los cineastas del mayo francés, la tarea siempre será la de la reapropiación del significado de cada imagen impuesta. Suena tremendo y, en realidad, es cosa del monopolio.

La historia que cuenta ‘El 47’ merecería haber tenido una película en su momento con la voz de sus protagonistas. Pero nos la perdimos. Es un relato de extrarradio de los años 70 muy cerca de la novela ‘La piqueta’, de Antonio Ferres, que tiene que ver con las consecuencias de la emigración masiva a las ciudades, con la falta de vivienda y con la pobreza. Es una fábula de lucha y conquista a años luz del heroísmo suicida del cine quinqui. Y por ello, duele y sorprende que haya habido que esperar tanto para conocerla.

Se cuenta la historia del conductor de autobús (Manolo Vital) que en 1978 logró llevar el transporte público hasta el barrio que fue de chabolas de Torre Baró en Barcelona, pero que bien podría haber sido el Gran San Blas en Madrid, Otxarkoaga en Bilbao o La Mina en esa misma Barcelona. Y lo hizo en un acto de disidencia pacífica que también fue de rebeldía contra la esclerosis de una democracia incipiente que aún arrastraba demasiadas rémoras de un pasado de terror. Solo por eso, por el ejercicio de memoria contra el miedo, ‘El 47’ está a salvo. Y lo está por su voluntad y certeza a la hora de reapropiarse de la voz, de una voz demasiado tiempo de silencio.

Marcel Barrena, director antes de ‘Mediterráneo’, se vuelve a aliar con el gesto siempre eléctrico de un descomunal Eduard Fernández (con ‘Marco’ junta el doblete del año) para componer una historia en línea recta. Lejos de sutilezas y retóricas, el cine de Barrena presume de una verdad muy pegada a al terreno, manchada de barro y piel, muy pendiente de la escenificación de lo cotidiano como si de una tragedia griega se tratara. El espectador es convocado a un ejercicio de memoria, que también lo es dignidad. Duele la injusticia y aún duele más el olvido de esa injusticia.

El resultado es una cinta febril para la fiebre, una película entusiasmada para el entusiasmo, una obra tan convencida de la certeza de lo que narra que hasta se permite el lujo de boicotearse a sí misma con un final tan pomposo como extrañamente operístico. Aunque lo que se cante sea una canción protesta. Es decir, El 47 o la dignidad de dar voz a los que no han tenido ni palabra ni autobús.

Dirección: Marcel Barrena. Intérpretes: Eduard Fernández, Clara Segura, David Verdaguer, Zoe Bonafonte, Salva Reina. Duración: 110 minutos. Nacionalidad: España.

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