La misión Crew-9 de SpaceX ha completado uno de sus objetivos más esperados este domingo: transportar una cápsula Dragon hasta la Estación Espacial Internacional (ISS), con la misión de traer de vuelta a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, quienes llevan más tiempo de lo previsto en el espacio debido a problemas técnicos con la nave Starliner de Boeing.
La cápsula Dragon, que despegó el sábado desde Cabo Cañaveral (Florida), se acopló a la ISS sin complicaciones, marcando el inicio de lo que será su esperado regreso en febrero de 2025.
Welcome to @Space_Station, #Crew9! https://t.co/NsFItXEtYM
— NASA Commercial Crew (@Commercial_Crew) September 30, 2024
La Crew-9, originalmente diseñada para llevar a cuatro astronautas a la ISS, despegó con solo dos a bordo: Nick Hague, de la NASA, y Aleksandr Gorbunov, de la agencia espacial rusa Roscosmos. Los dos asientos adicionales quedaron reservados para Wilmore y Williams, quienes como decimos utilizarán la cápsula Dragon en su regreso a la Tierra en febrero de 2025.
El despegue del sábado fue el tercer intento de lanzamiento de la misión. Inicialmente programada para el 18 de agosto, la fecha fue aplazada debido a la planificación del regreso del Starliner. Posteriormente, un segundo retraso, causado por el paso del huracán Helene, obligó a postergar el lanzamiento una vez más hasta este fin de semana.
Otra de las novedades de esta misión ha sido que, por primera vez en un lanzamiento con astronautas a bordo, ha despegado desde la plataforma SLC-40 en Cabo Cañaveral, equipada con mejoras que permiten a la NASA realizar lanzamientos tripulados desde esta ubicación. Para ello se ha instalado una torre con un puente de acceso para los astronautas y un tobogán de escape de emergencia que cumple con los estrictos requisitos de seguridad impuestos por la agencia espacial estadounidense.
Teams installed and tested new emergency chutes from the launch tower earlier this year pic.twitter.com/ONvyQfMPeh
— SpaceX (@SpaceX) September 28, 2024
El largo camino hacia casa: así ha sido la polémica de Starliner
La historia de Wilmore y Williams, ambos veteranos astronautas de la NASA, comenzó en junio, cuando llegaron a la ISS a bordo de la Starliner de Boeing. Se esperaba que su estancia en la estación orbital durara poco más de una semana, pero una serie de fallos técnicos en la nave —incluyendo problemas con los propulsores y fugas de helio— llevaron a la NASA a tomar la decisión de no permitir su regreso en la Starliner. Este contratiempo ha convertido su misión en una de las que serán más largas, extendiéndose por ocho meses.
Starliner, una cápsula que debía ser una alternativa a la Dragon de SpaceX, se enfrentó a problemas que la NASA consideró demasiado graves para arriesgar el regreso de los astronautas. A principios de septiembre, se tomó la decisión de enviar la nave de vuelta a la Tierra sin tripulación.
Ahora, gracias a la llegada de la Crew-9, ambos astronautas tendrán finalmente una forma segura de volver a casa, si bien una vez Starliner había regresado la NASA dijo que podría haber venido con Williams y Wilmore a bordo.
Dragon flying over the Pacific Ocean on its way to the @Space_Station. Docking is targeted for ~5:30 p.m. ET → https://t.co/FrV7sLMZvj pic.twitter.com/IDdDE5v0pE
— SpaceX (@SpaceX) September 29, 2024
Starliner: la promesa rota de Boeing
La situación de la Starliner ha supuesto un gran desafío tanto para Boeing como para la NASA. Boeing, que fue seleccionada junto a SpaceX para ofrecer servicios de transporte tripulado a la ISS tras la retirada de los transbordadores espaciales, ha enfrentado años de retrasos y costosos problemas técnicos.
Desde problemas con el software de la nave hasta el reciente fallo de los propulsores, Starliner no ha logrado cumplir con las expectativas.
A pesar de los contratiempos, la NASA no ha abandonado a Boeing por completo. La agencia sigue adelante con la inspección de la nave y el análisis de los datos tras su regreso vacío. El futuro de Starliner sigue siendo incierto, pero la agencia espacial de EE. UU. espera poder utilizarlo nuevamente en misiones tripuladas en el futuro, siempre y cuando se solucionen los problemas técnicos.
Mientras, desde su primer vuelo con astronautas en 2020, SpaceX se ha convertido en el socio principal de la NASA para misiones tripuladas. La cápsula Dragon ha demostrado ser una opción fiable y segura, con múltiples misiones exitosas a la ISS.
La importancia de la Estación Espacial Internacional
La insistencia en estos programas tiene que ver con que la Estación Espacial Internacional es uno de los proyectos de colaboración más ambiciosos de la historia de la exploración espacial. En funcionamiento desde 1998, la ISS sirve como un laboratorio de investigación en órbita baja, donde los astronautas llevan a cabo experimentos científicos que no serían posibles en la Tierra.
Las misiones tripuladas a la ISS permiten estudiar los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano, realizar investigaciones sobre materiales y procesos biológicos y desarrollar tecnologías clave para futuras misiones más allá de la órbita terrestre.
Durante su tiempo en la ISS, los astronautas Wilmore y Williams han estado participando en una serie de estudios científicos. Estos incluyen investigaciones sobre la coagulación sanguínea en condiciones de microgravedad, el impacto de la falta de gravedad en la visión de los astronautas y el cultivo de plantas en el espacio, como parte de un proyecto para mejorar el cultivo de alimentos en futuras misiones espaciales.
El estudio del impacto de la gravedad cero en la visión ha sido una prioridad, ya que algunos astronautas han experimentado problemas visuales tras largos periodos en el espacio. Los investigadores están explorando si la vitamina B puede ayudar a mitigar estos efectos, lo que podría tener importantes implicaciones para misiones a largo plazo, como una futura misión a Marte.
Por ahora, Wilmore y Williams pueden estar tranquilos sabiendo que, después de ocho meses en el espacio, su regreso a casa ya está un poco más cerca.
Butch Wilmore y Suni Williams, ‘varados’ en la ISS desde junio, ya cuentan con su vehículo de regreso. Una cápsula de SpaceX ha llegado este domingo, tras despegar de Cabo Cañaveral con dos astronautas.
La misión Crew-9 de SpaceX ha completado uno de sus objetivos más esperados este domingo: transportar una cápsula Dragon hasta la Estación Espacial Internacional (ISS), con la misión de traer de vuelta a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, quienes llevan más tiempo de lo previsto en el espacio debido a problemas técnicos con la nave Starliner de Boeing.
La cápsula Dragon, que despegó el sábado desde Cabo Cañaveral (Florida), se acopló a la ISS sin complicaciones, marcando el inicio de lo que será su esperado regreso en febrero de 2025.
La Crew-9, originalmente diseñada para llevar a cuatro astronautas a la ISS, despegó con solo dos a bordo: Nick Hague, de la NASA, y Aleksandr Gorbunov, de la agencia espacial rusa Roscosmos. Los dos asientos adicionales quedaron reservados para Wilmore y Williams, quienes como decimos utilizarán la cápsula Dragon en su regreso a la Tierra en febrero de 2025.
El despegue del sábado fue el tercer intento de lanzamiento de la misión. Inicialmente programada para el 18 de agosto, la fecha fue aplazada debido a la planificación del regreso del Starliner. Posteriormente, un segundo retraso, causado por el paso del huracán Helene, obligó a postergar el lanzamiento una vez más hasta este fin de semana.
Otra de las novedades de esta misión ha sido que, por primera vez en un lanzamiento con astronautas a bordo, ha despegado desde la plataforma SLC-40 en Cabo Cañaveral, equipada con mejoras que permiten a la NASA realizar lanzamientos tripulados desde esta ubicación. Para ello se ha instalado una torre con un puente de acceso para los astronautas y un tobogán de escape de emergencia que cumple con los estrictos requisitos de seguridad impuestos por la agencia espacial estadounidense.
El largo camino hacia casa: así ha sido la polémica de Starliner
La historia de Wilmore y Williams, ambos veteranos astronautas de la NASA, comenzó en junio, cuando llegaron a la ISS a bordo de la Starliner de Boeing. Se esperaba que su estancia en la estación orbital durara poco más de una semana, pero una serie de fallos técnicos en la nave —incluyendo problemas con los propulsores y fugas de helio— llevaron a la NASA a tomar la decisión de no permitir su regreso en la Starliner. Este contratiempo ha convertido su misión en una de las que serán más largas, extendiéndose por ocho meses.
Starliner, una cápsula que debía ser una alternativa a la Dragon de SpaceX, se enfrentó a problemas que la NASA consideró demasiado graves para arriesgar el regreso de los astronautas. A principios de septiembre, se tomó la decisión de enviar la nave de vuelta a la Tierra sin tripulación.
Ahora, gracias a la llegada de la Crew-9, ambos astronautas tendrán finalmente una forma segura de volver a casa, si bien una vez Starliner había regresado la NASA dijo que podría haber venido con Williams y Wilmore a bordo.
Starliner: la promesa rota de Boeing
La situación de la Starliner ha supuesto un gran desafío tanto para Boeing como para la NASA. Boeing, que fue seleccionada junto a SpaceX para ofrecer servicios de transporte tripulado a la ISS tras la retirada de los transbordadores espaciales, ha enfrentado años de retrasos y costosos problemas técnicos.
Desde problemas con el software de la nave hasta el reciente fallo de los propulsores, Starliner no ha logrado cumplir con las expectativas.
A pesar de los contratiempos, la NASA no ha abandonado a Boeing por completo. La agencia sigue adelante con la inspección de la nave y el análisis de los datos tras su regreso vacío. El futuro de Starliner sigue siendo incierto, pero la agencia espacial de EE. UU. espera poder utilizarlo nuevamente en misiones tripuladas en el futuro, siempre y cuando se solucionen los problemas técnicos.
Mientras, desde su primer vuelo con astronautas en 2020, SpaceX se ha convertido en el socio principal de la NASA para misiones tripuladas. La cápsula Dragon ha demostrado ser una opción fiable y segura, con múltiples misiones exitosas a la ISS.
La importancia de la Estación Espacial Internacional
La insistencia en estos programas tiene que ver con que la Estación Espacial Internacional es uno de los proyectos de colaboración más ambiciosos de la historia de la exploración espacial. En funcionamiento desde 1998, la ISS sirve como un laboratorio de investigación en órbita baja, donde los astronautas llevan a cabo experimentos científicos que no serían posibles en la Tierra.
Las misiones tripuladas a la ISS permiten estudiar los efectos de la microgravedad en el cuerpo humano, realizar investigaciones sobre materiales y procesos biológicos y desarrollar tecnologías clave para futuras misiones más allá de la órbita terrestre.
Durante su tiempo en la ISS, los astronautas Wilmore y Williams han estado participando en una serie de estudios científicos. Estos incluyen investigaciones sobre la coagulación sanguínea en condiciones de microgravedad, el impacto de la falta de gravedad en la visión de los astronautas y el cultivo de plantas en el espacio, como parte de un proyecto para mejorar el cultivo de alimentos en futuras misiones espaciales.
El estudio del impacto de la gravedad cero en la visión ha sido una prioridad, ya que algunos astronautas han experimentado problemas visuales tras largos periodos en el espacio. Los investigadores están explorando si la vitamina B puede ayudar a mitigar estos efectos, lo que podría tener importantes implicaciones para misiones a largo plazo, como una futura misión a Marte.
Por ahora, Wilmore y Williams pueden estar tranquilos sabiendo que, después de ocho meses en el espacio, su regreso a casa ya está un poco más cerca.
20MINUTOS.ES – Tecnología