‘Get Millie Black’ como ‘Mare of Easttown’ en Jamaica: policiaca, elegante y con su toquecito

<p>Año tras año, los buenos guionistas de televisión nos demuestran que en cuestión de series todo no está inventado. Pero casi todo sí. Y no pasa nada. Muchas series nuevas son el resultado de mezclar series anteriores, de <strong>darles «un toquecito», de apretar una tuerca por allí y aflojar un tornillo por allá </strong>a fórmulas de probada eficacia. Eso podría parecer<i> Get Millie Black</i>, y eso es de alguna manera, aunque sería una insensatez simplificarla tanto. <i>Get Millie Black</i>, disponible en España en Max, puede venderse como «<i>Mare of Easttown</i> en Jamaica» (así se la he descrito yo a un par de personas), pero también como la primera serie de <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2019/09/11/5d6e4e10fc6c839e7b8b45aa.html»>Marlon James</a>, uno de los autores literarios más importantes de la isla caribeña, si no el más. En <i>Get Millie Black</i>, James adapta una de sus propias historias cortas. Y quién diría que es su primera serie, porque el resultado es extraordinario.</p>

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 El escritor se niega a usar su serie como panfleto turístico de Jamaica ni como aviso para viajeros incautos  

Año tras año, los buenos guionistas de televisión nos demuestran que en cuestión de series todo no está inventado. Pero casi todo sí. Y no pasa nada. Muchas series nuevas son el resultado de mezclar series anteriores, de darles «un toquecito», de apretar una tuerca por allí y aflojar un tornillo por allá a fórmulas de probada eficacia. Eso podría parecer Get Millie Black, y eso es de alguna manera, aunque sería una insensatez simplificarla tanto. Get Millie Black, disponible en España en Max, puede venderse como «Mare of Easttown en Jamaica» (así se la he descrito yo a un par de personas), pero también como la primera serie de Marlon James, uno de los autores literarios más importantes de la isla caribeña, si no el más. En Get Millie Black, James adapta una de sus propias historias cortas. Y quién diría que es su primera serie, porque el resultado es extraordinario.

La protagonista de Get Millie Black es Millie Jean-Black (Tamara Lawrence), una policía que ha desarrollado toda su carrera en el Reino Unido, país al que fue enviada por su madre de malas maneras. Tras la muerte de ésta, Millie vuelve a su tierra y descubre que lo que dejó atrás ha cambiado nada y todo a la vez. Tiempo después, ya reintegrada en un país que abandonó contra su voluntad, Millie se cruza profesionalmente con otro policía británico. Luke Holborn (Joe Dempsie, el Gendry de Juego de tronos) está ahí para investigar un caso. Evidentemente, las cosas no son tan sencillas. Jamaica tampoco lo es.

Get Millie Black no es una serie sobre un lugar escrita desde otro lugar. Eso se nota. Y se agradece. Podríamos caer en la trampa de creer que una ficción como ésta es representación fiel de una ciudad, Kingston, y un país, Jamaica, enteros. Eso siempre es un error. Marlon James es consciente de eso y se niega a usar su serie como panfleto turístico o, en su caso concreto, como aviso para viajeros incautos que hayan mitificado la isla por culpa de ficciones mucho más superficiales.

Get Millie Black no es superficial. Su Kingston es a veces sórdido y otras amable. Algunos de sus habitantes viven en el infierno, otros desarrollan sus vidas sin aspavientos, sabedores de que Jamaica está lejos de ser un lugar ideal pero que tampoco es una tierra a la que Europa (o Luke Holborn) tengan que salvar. Hay en esta serie una especie de discreto orgullo jamaicano que la aleja de la chinería (un exotismo inventado, ignorante y grotesco) y la convierte en otra serie policíaca británica con personalidad propia. Eso pretenden todas las series policíacas, británicas o no: tener ese toquecito único, esa diferencia específica, ese truco no visto antes. Puede ser que el protagonista tenga un don inexplicable (¿os acordáis de todos aquellos policías televisivos superdotados y bordes de hace 15 años?), un compañero inesperado (¿os acordáis de todas aquellas extrañas parejas de policías televisivos de hace 15 años?) o una ubicación sexy. La Jamaica de Get Millie Black rara vez es sexy. Y los compañeros de Millie son compañeros y punto. Ella tampoco tiene ningún don y sí muchos problemas. Pero no muchos más que cualquier otra mujer policía que, tras años de vida y trabajo en la fría Gran Bretaña, vuelva a sus tropicales orígenes.

Narrada a varias voces y dirigida con gran elegancia, Get Millie Black no inventa la televisión. Tampoco lo necesita. Su toquecito es contarnos que en todas las casas cuecen habas y hacerlo muy bien. Millie no necesita poderes paranormales para ser interesante. Aunque qué bien le vendrían.

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