Sergio Adan Ibañez debuta con una mirada única al corazón humano en su novela “La variable del amor”

La variable del amor, una historia que fusiona ciencia ficción suave, introspección emocional y una reflexión profunda sobre las relaciones humanas en la era tecnológica


Un debut que sorprende: cuando la lógica y el sentimiento se encuentran

El escritor valenciano Sergio Adan Ibañez, nacido en 1998 y residente en Valencia, irrumpe en el panorama literario con La variable del amor, una obra que combina con destreza la ciencia ficción suave con la exploración emocional más íntima. Aunque proviene de una familia de escritores, el autor confiesa que estos dos últimos años han sido su etapa creativa más intensa, en la que la escritura se ha convertido en un puente entre su mundo interior y el lector.

El punto de partida de esta novela nace de un sueño que marcó al autor: ver números aparecer sobre la cabeza de las personas dependiendo de sus emociones. A partir de esa imagen onírica, Sergio construye una historia ambientada en un pequeño pueblo londinense que invita a reflexionar sobre la percepción, la sensibilidad y la forma en la que tratamos de descifrar a quienes nos rodean.


Una historia emocional con un toque de ciencia: el alma detrás de los códigos

En La variable del amor, el lector sigue el viaje de Sofía, una joven brillante e introvertida cuya vida cambia tras un accidente que le permite ver la realidad a través de códigos invisibles. Ese don, que parece una maldición, abre las puertas a un mundo donde todo parece programable… excepto el amor.

La novela profundiza en temas como la soledad, la ausencia emocional y la búsqueda de un significado auténtico en una época dominada por la tecnología. Aquí reside una de las claves del éxito de la obra: su capacidad para unir razón y emoción, equilibrio que ha sido destacado por los primeros lectores.

“Es una historia que remueve, que toca algo dentro”, comentan quienes ya la han leído. Muchos confiesan haber llorado con el desenlace, y hablan de un final que “se queda dentro” y obliga a seguir pensando tras cerrar el libro.

A través de personajes como Sofía y Nicolás —un joven que rompe todas las lógicas y cálculos emocionales de la protagonista—, la novela invita a reflexionar sobre lo impredecible, lo irracional y lo profundamente humano. Una mezcla que la convierte en una obra especialmente atractiva para lectores que buscan historias con capas de significado.


El respaldo de Letrame Grupo Editorial

Dentro del proceso creativo y editorial, Ibañez destaca la importancia de contar con una editorial comprometida. Letrame Grupo Editorial ha acompañado al autor en cada paso, aportando profesionalidad y apoyo en la producción y difusión de la obra.

Para el autor, publicar con una editorial consolidada se convierte en un impulso esencial en esta primera etapa, ofreciendo herramientas que permiten que la novela llegue con fuerza a nuevos lectores interesados en descubrir literatura que une emoción y pensamiento.

Además, el propio autor reconoce que la experiencia ha sido tan enriquecedora que ya trabaja en nuevos proyectos que seguirán explorando la relación entre ciencia, filosofía y sensibilidad humana.


Una obra para lectores que buscan historias que transforman

La variable del amor está dirigida a un público amplio: desde jóvenes y adultos que disfrutan de historias introspectivas, hasta quienes sienten curiosidad por la conexión entre mente y corazón en tiempos de inteligencia artificial. También apela a lectores que alguna vez han explorado la ausencia, el amor o el sentido de las relaciones desde una mirada racional y emocional a la vez.

Entre las palabras clave asociadas que favorecen su presencia digital —como publicar un libro, cómo publicar un libro, editorial o Letrame Grupo Editorial, además de algunas opiniones ya compartidas por lectores tempranos—, la obra comienza a posicionarse como un debut sólido, personal y conmovedor.

Con esta primera publicación, Sergio Adan Ibañez demuestra que la literatura puede ser un puente entre lo visible y lo invisible, entre el cálculo y el misterio, entre lo que creemos comprender y lo que solo el corazón puede interpretar.

Su mensaje es claro: en un mundo lleno de datos, la variable más importante sigue siendo el amor.

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