Las 10 películas que aspiran a aguar la fiesta de Netflix en el festival de Venecia

<p>No están todos (falta, por ejemplo, Paul Thomas Anderson), pero casi. Pocas veces el festival de Venecia ha podido presumir de tanto. Si el año pasado la absurda pelea en la que llevan embarcados desde hace tiempo Cannes y la Mostra italiana por lucir medallas en los Oscar cayó del lado francés –gracias a <i>Anora </i>y, polémica incluida, a <i>Emilia Pérez–</i>, éste, sobre el papel, no parece haber color. O las cosas se tuercen mucho para el director de todo esto, Alberto Barbera, y su oficioso socio mayoritario Netflix o habrá, si no sangre, sí desquite. <strong>Quizá hasta venganza.</strong></p>

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 La plataforma regresa al Lido con tres producciones de Guillermo del Toro, Kathryn Bigelow y Noah Baumbach en una competición oficial donde también figuran los nuevos trabajos de Yorgos Lanthimos, Paolo Sorrentino y Bennie Safdie  

No están todos (falta, por ejemplo, Paul Thomas Anderson), pero casi. Pocas veces el festival de Venecia ha podido presumir de tanto. Si el año pasado la absurda pelea en la que llevan embarcados desde hace tiempo Cannes y la Mostra italiana por lucir medallas en los Oscar cayó del lado francés –gracias a Anora y, polémica incluida, a Emilia Pérez–, éste, sobre el papel, no parece haber color. O las cosas se tuercen mucho para el director de todo esto, Alberto Barbera, y su oficioso socio mayoritario Netflix o habrá, si no sangre, sí desquite. Quizá hasta venganza.

Definitivamente, los grandes y los no tan grandes estudios han decidido pasear por la Serenísima sus mejores o más vistosos logros. Todo queda pendiente así de una sola incógnita. Dada la sobreabundancia de grandes nombres, queda por saber si habrá alguien dentro de la concurrida sección a competición veneciana que logre arrebatarle la gloria a la cadena de la N mayúscula que presenta, por orden, las nuevas películas de Guillermo del Toro, Noah Baumbach y Kathryn Bigelow. Una apuesta, para abrir boca, La voz de Hind, de Kaouther Ben Hania, la cinta encargada de colocar a Palestina en el centro. Barbera ya ha empezado por admitir que le extrañaría que el genocidio perpetrado por el Estado israelí no acaparara la conversación de la Mostra.

Oscar Isaac en un momento de Frankenstein.
Oscar Isaac en un momento de Frankenstein.

Frankenstein, de Guillermo del Toro. Pocas películas tan esperadas como la nueva versión del más célebre e inmortal de los monstruos a cargo del más célebre y perfectamente mortal creador de monstruos. Frankenstein, de Guillermo del Toro y con un reparto en el que figuran Jacob Elordi, Mia Goth y Christoph Waltz, nace con la intención de traer a la vida la novela de Mary Shelley y hacerlo en un tiempo, como anunció Gramsci, monstruoso. Ya saben: «El viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos». Monstruo come monstruo.

A House Of Dynamite, de Kathryn Bigelow. A su lado, el regreso a la dirección de Bigelow con A House Of Dynamite 17 años después de su En tierra hostil (mejor película y mejor dirección según la Academia del Hollywood) quiere ser un acontecimiento. Y no solo cinematográfico. También de lo otro. Idris Elba y Rebecca Ferguson protagonizan un drama político que muestra al personal de la Casa Blanca lidiando con un ataque con misiles. Cualquier parecido con la realidad es provocación.

Jay Kelly, de Noah Baumbach. Y por último en lo que a Netflix se refiere, otro regreso: George Clooney. Noah Baumbach convierte al actor en, en efecto, un actor. Jay Kelly es el título de la comedia dramática que tiene al ya veterano intérprete en protagonista de sí mismo (da vida a un actor cerca de la jubilación) al lado de Adam Sandler transformado en su representante. Más glamur autorreferencial, imposible.

Emma Stone en un momento de Bugonia.
Emma Stone en un momento de Bugonia.UNIVERSAL

1. Bugonia, de Yorgos Lanthimos. El director que hizo de Pobres criaturas la más gozosa y despiadada de las adaptaciones vuelve con otra relectura. Y con Emma Stone en el papel principal. Si entonces fue la novela de Alasdair Gray, ahora es otra película. El secreto de culto coreano Salvar el planeta Tierra (Jang Joon-hwan, 2003) es sometido a un remake en principio incomprensible. ¿Qué sentido tiene volver a filmar uno de los delirios más brillantes del cine reciente? Sin duda, una delirante jugada de riesgo.

2. La voz de Hind, de Kaouther Ben Hania. La tunecina que sorprendió con Cuatro hijas hasta el punto de lograr su segunda nominación al Oscar (la primera fue por El hombre que vendió su piel) trae Palestina al Lido. Su cinta cuenta la historia de una niña de seis años atrapada entre el fuego del exterminino que no cesa. Sin duda, y desde ya, una propuesta que aspira por necesidad y por decencia a todo.

3. Caza de brujas, de Luca Guadagnino. Julia Roberts no regresa (nunca se fue), pero a todos los efectos es como si sí. Su papel como profesora de filosofía en un thriller académico (en su sentido riguroso) y postmetoo que se ocupa de acosos, cancelaciones y culpas globales la devuelve a la primera línea de los papeles que aspiran a todo. Incluido, claro está, el siempre ansiado Oscar. No compite por el León de Oro, pero como si sí.

4. La Grazia, de Paolo Sorrentino. La séptima colaboración entre Sorrentino y Toni Servillo quiere ser también una reflexión sobre la política, así en general. Las dudas de un presidente en los últimos días de su mandato nos devuelven al universo de Il divo, sin duda una de sus mejores películas.

5. The Smashing Machine, de Bennie Safdie. El primer largometraje en solitario del hermano menor de los Safdie es un biopic del luchador Mark Kerr al que da vida Dwayne Johnson (Emily Blunt encarna a la esposa Dawn Staples). De otro modo, la Roca, testosterona, adrenalina y dos huevos duros.

6. Father Mother Sister Brother, de Jim Jarmusch. Si hay que quedarse con un nombre de un reparto de lo más florido: Tom Waits. El director con el pelazo más blanco después del de Chema Prado se atreve con una comedia dramática a vueltas con la familia en la que, literalmente, no falta nadie: Cate Blanchett, Adam Driver, Vicky Krieps, Mayim Bialik, Charlotte Rampling… Y, en efecto, Tom Waits. Irrenunciable.

7. The Testament Of Ann Lee, de Mona Fastvold. Ahora la que dirige es ella y el que coescribe es él. En The brutalist, de Brady Corbet, fue al revés. Se cuenta la historia de la fundadora de la secta religiosa Sociedad Unida de Creyentes en la segunda Aparición de Cristo o, más corto, Shakers (por los rituales que consistían básicamente en espasmos, eso quiere decir shakers). Una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la mujer en la religión, en cualquiera de ellas.

8. No Other Choice, de Park Chan-wook. Protagonizada por el malo (el peor de todos) de El juego del calamar, Lee Byung-hun, el director de Sympathy for Lady Vengeance o Decision To Leave (su última película) bucea en las simas de la injusticia excavadas en el sistema que nos hemos dado. Y todo ello de la mano de un thriller necesariamente oscuro (y de venganza) sobre un hombre despedido del trabajo. Acudimos dispuestos a apuntar ideas. Por si acaso.

9. Dead Man’s Wire, de Gus Van Sant. Este es otro thriller (esta vez con rehenes y con Bill Skarsgård, Colman Domingo, Dacre Montgomery y Al Pacino), pero algo más. De entrada es la oportunidad de la que se sirve el festival para rendir homenaje a su director. Y de salida, se puede erigir como la representante de un nutrido grupo de películas, todas fuera de competición (por tanto, sin opciones de León de Oro), con un director de relumbrón al mando. Le siguen Julian Schnabel, que en In The Hand of Dante junta a Oscar Isaac, Gal Gadot, Gerard Butler y hasta Martin Scorsese (que interpreta al mentor de Dante Alighieri); el documental Marc by Sophia con el que Sofia Coppola se rinde al diseñador de moda Marc Jacobs; el también documental de Werner Herzog Ghost Elephants, que sigue a una manada de elefantes en las selvas de Angola, y la película de Lucrecia Martel Nuestra Tierra sobre el asesinato del activista indígena Javier Chocobar.

y 10. El mago del Kremlin, de Olivier Assayas. Sobre el libro de Giuliano da Empoli, basado en hechos reales, el director francés insiste en leer la Historia desde las heridas más recientes. Lo hizo en Carlos, lo volvió a hacer en La Red Avispa y, ahora, trae el otro gran conflicto mundial a la pantalla. Hablamos de Rusia, hablamos de Putin. Paul Dano protagoniza la película junto a un Jude Law que da vida al presidente Vladimir Putin. Assayas coescribe el guion con el autor y cineasta Emmanuel Carrère.

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