<p>El punto de partida de <i>Primera sangre </i>es el cartel de «se busca» anclado en una ciudad española ante la desaparición de Laura, una de las muchas mujeres jóvenes asesinadas en la década de los 90. Y, con ella se inicia un recorrido por las historias de otras tantas adolescentes y niñas a las que se les ha privado de vida en las últimas décadas que ha llevado a su autora, <strong>María Velasco</strong>, a ser galardonada con el <strong>Premio Nacional de Literatura Dramática 2024</strong>, dotado con una compensación económica de 30.000 euros, que otorga el Ministerio de Cultura.</p>
La autora burgalesa ya había sido galardonada en 2022 con el Premio Max a mejor autoría teatral por ‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’
El punto de partida de Primera sangre es el cartel de «se busca» anclado en una ciudad española ante la desaparición de Laura, una de las muchas mujeres jóvenes asesinadas en la década de los 90. Y, con ella se inicia un recorrido por las historias de otras tantas adolescentes y niñas a las que se les ha privado de vida en las últimas décadas que ha llevado a su autora, María Velasco, a ser galardonada con el Premio Nacional de Literatura Dramática 2024, dotado con una compensación económica de 30.000 euros, que otorga el Ministerio de Cultura.
El jurado ha destacado «la fuerza dramática de un texto fabulado y de bello lenguaje lírico» que fue acogido entre los meses de abril y junio de este año en la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional. «Con un estilo único y muy personal, María Velasco consigue llevar a su máxima expresión al teatro como arte, comunicando, con un diálogo directo, un relato pensado de forma totalmente escénica. A medio camino entre el memorial, el documento y el cuento gótico, Primera sangre incita a reflexionar sobre realidades que angustian a todo el tejido social y nos enfrenta, con una delicadeza exquisita, al terror que provocan los abusos y las muertes de mujeres y niñas», ha expuesto el jurado encabezado por Jesús González, González, subdirector general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
Con este galardón, María Velasco toma el testigo de Paula Carballeira, que había sido premiada por su obra As alumnas, y se suma a una lista que en los años previos habían engrosado Pablo Remón, Guillem Clua, Alberto Conejero, Yolanda García Serrano, Alfredo Sanzol, Juan Mayorga o Angélica Liddell. De este modo, la autora burgalesa se incrusta entre los grandes representantes del contexto dramático actual de nuestro país entre los que se encuentran algunos de sus referentes como la propia Liddell.
Ya en 2022, la escritora de Primera sangre, doctora en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid, había sido reconocida con el Premio Max a mejor autoría teatral por Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra donde también se ponía de manifiesto la violencia emocional y sexual, en este caso, vinculada a un adolescente, relacionada con los ataques al medioambiente. Un tema que ha sido recurrente a lo largo de su obra desde los inicios. En Günter, un destripador en Viena, publicada en el año 2008, Velasco abordaba la vida del artista Günter Brus estableciendo un vínculo entre el sexo y la violencia.
En su texto La soledad del paseador de perros, estrenada en la Sala Cuarta Pared de Madrid en 2016, ya se exploraba lo escabroso en las relaciones sentimentales a partir de la promiscuidad sexual, de los abusos y del consumo de alcohol y drogas. Nuevamente en Escenas de caza, del año 2018 inspirada en una película alemana de los años 60, el punto de partida era la persecución a un mecánico, recién excarcelado, al que se acusa de haber mantenido relaciones homosexuales para convertirlo en la víctima perfecta.
Cultura