Pantelhó, tres años bajo ataques armados | Videos

La población de Pantelhó formó en 2021 el grupo de autodefensas llamado El Machete. Desde entonces hay enfrentamientos con el Ejército Civil Indígena”. La población de Pantelhó formó en 2021 el grupo de autodefensas llamado El Machete. Desde entonces hay enfrentamientos con el Ejército Civil Indígena”.  

Por Ángeles Mariscal

Hoy, como hace tres años, pobladores de Pantelhó, Chiapas, siguen viviendo bajo el asedio de personas armadas vinculadas a grupos del crimen organizado. En la cabecera municipal las casas permanecen cerradas, un grupo de autodefensas llamados ‘El Machete’, corre entre las calles resguardándose de las detonaciones de armas de grueso calibre que llegan desde los cerros cercanos y van dejando boquetes en las paredes de la Presidencia municipal y de las viviendas.

Desde un kilómetro antes de la entrada al municipio hay una camioneta quemada y una zanja en el pavimento, que impide la entrada de vehículos al lugar. Quien quiera llegar debe hacerlo caminando.

Algunos habitantes de la cabecera entran, resguardándose entre las laderas de los caminos, cada que escuchan el zumbido de las balas. Su temor no es hacia el grupo de autodefensas El Machete -formado en 2021 como respuesta a la imposición de un presidente municipal que ganó la elección de ese año, sometiendo a los votantes por vía de las armas y los asesinatos; hoy está prófugo-, sino que sean alcanzados por los proyectiles que lanza el grupo que se autonombra “Ejército Civil Indígena”, vinculado a “Los Herrera”, una familia de mestizos que por años controló el municipio, y que hoy tiene a uno de sus integrantes como parte del Concejo municipal que fue nombrado por el Congreso de Chiapas en octubre pasado, a pesar de la oposición de la mayoría de los pobladores del lugar.

Entrando al poblado, por la carretera principal que llega desde San Cristóbal de Las Casas, hay un destacamento de la policía estatal; en la segunda entrada, que comunica al municipio de San Juan Cancuc, se encuentra un grupo de elementos del Ejército Mexicano. Ambas fuerzas de seguridad están pasivas.

Uno de los oficiales explica al grupo de reporteros que llegamos, que no tienen instrucción de intervenir, comentan que “la situación está difícil” y, -de manera obvia porque todos escuchamos las ráfagas continuas- que siguen los disparos, pero que “ayer y antier estaba peor”.La postura de las fuerzas de seguridad, dice uno de los uniformados, es “ser neutral”, lo que significa no intervenir. El pasado 4 de noviembre que el grupo Los Machetes entraron a la cabecera municipal, le pidieron al destacamento del ejército mexicano su apoyo para detener a “Los Herrera”, pero la respuesta que les dieron, según explicó un integrante de las autodefensas, es que ellos, los militares y policías “no tenían orden de intervenir”.

En la zona, desde el pasado 3 de diciembre, no hay luz y, por tanto, tampoco señal de internet ni posibilidad de comunicarse al exterior. Un grupo de reportero decidimos llegar a la cabecera. Contar desde el terreno qué es lo que está pasando. Es la única posibilidad porque la guerra que se vive en Pantelhó tiene muchos matices y muchas versiones, casi todas ellas tergiversadas y construidas a partir de los mensajes que se vierten sobre todo en redes sociales. Esta es también una guerra mediática.

El “Ejército Civil Indígena” y “Los Herrera” acusan a las autodefensas de Los Machetes de ser un grupo violento amparado incluso por el sacerdote Marcelo Peréz, asesinado por un grupo de sicarios el pasado 20 de octubre. Lo acusaron de ser autor intelectual de la desaparición de 19 personas de Pantelhó, lo que derivó en una persecución gubernamental que concluyó en una orden de aprensión en su contra, que nunca se atrevieron a aplicar, pero que tampoco cancelaron las autoridades de Chiapas.

Lo que sí hicieron las autoridades que este 8 de diciembre dejan el cargo, e integrantes de quienes los relevan, es pedirle al sacerdote Marcelo su intervención para que “persuadiera” a la población accediera a que se llevaran a cabo las elecciones del 2 de junio; él se negó y les dijo que ese no era su papel como guía espiritual.

La población de Pantelhó se negó a que se llevaran a cabo las elecciones por dos motivos, el principal era que ya tenían un concejo de gobierno constituido en julio 2021, tras la expulsión del gobierno municipal al que acusaron de tener vínculos con el crimen organizado.

Este concejo de gobierno se instauró con el aval de la totalidad de las 88 comunidades que componen el municipio, por lo que el Congreso local en ese 2021, no tuvo más opción que reconocer su legalidad. La intención de la población de Pantelhó era mantener un gobierno elegido por la población y no uno que estuviera vinculado a partidos políticos y al crimen organizado.

Sin embargo, hubo poblaciones afectadas, como los de La Esperanza, quienes insistieron en que ellos no apoyaban a ningún grupo, sino que lo único que deseaban era vivir sin violencia. A pesar de ello, en repetidas ocasiones fueron blanco de ataque del “Ejército Civil Indígena” y “Los Herrera”, y por ello han sido víctimas de desplazamiento forzado intermitente.

La negativa de la población a que se llevaran a cabo elecciones no impidió que en octubre pasado el Congreso local impusiera -sin consulta a la población- un concejo de gobierno en el que Rubén Herrera, integrante de la familia de Los Herrera, fue nombrado integrante de este. Una comisión de pobladores se trasladó a la capital de Chiapas con el objetivo de hablar con diputados del Congreso local y con el titular de Poder Ejecutivo, para hacerles saber la posición de rechazo al Concejo impuesto y la demanda de que se reconociera a las autoridades electas en asamblea comunitaria conformada en ese momento por 65 de las 88 comunidades. No fueron recibidos ni escuchados.

A pesar de que fue impuesto desde los órganos de gobierno estatal el concejo municipal oficial, la población continuó rechazándolo, señalando el vínculo que este tiene con la familia y el grupo de poder de quienes señalan como sus victimarios. Luego vinieron nuevos ataques armados del “Ejército Civil Indígena” y “Los Herrera” contra la población.

El 3 de diciembre fueron atacadas las comunidades San José Tercero, sede de las autodefensas Los Machetes; también las comunidades La Esperanza, Roblar, Xixetik, Tzanembolóm, y otras aledañas.

De acuerdo con denuncias de la población, en los ataques se usaron armas largas, así como bombas. Un policía que está asignado al municipio de Pantelhó reconoció la veracidad de las denuncias de la población. Comentó que hasta el campamento en donde ellos están, se observaron columnas de humo, producto de las explosiones; “son bombas que ellos hacen, las fabrican con pólvora”, detalló.

Pobladores de las comunidades nuevamente tuvieron que desplazarse para huir de la violencia. Algunas se refugiaron en Polhó y en poblados cercanos del municipio vecino de Chenalhó.

Integrantes de los Machetes explicaron en entrevista que esta nueva agresión les impulsó a, el 4 de enero, tomar de nuevo la cabecera municipal que estaba en poder de “Los Herrera”.

Llegaron en la madrugada, y mientras la población se encerró en sus casas -otras más decidieron huir- el grupo de autodefensas logró expulsar de las calles principales a integrantes de esa organización.

“Estamos aquí para poder ver si hay otra forma para que nos tomen en cuenta los tres niveles de gobierno (…) hemos mandado mensajes y también el comunicado, pero ni aún a eso nos está tomando en cuenta. No nos hace caso, por eso la gente, el pueblo de aquí de Pantelhó se levantó nuevamente como pasó en 2021, pero esta vez creo que ya no va a ser lo mismo como pasó en 2021, porque nosotros hemos tomado aquí del pueblo de Pantelhó para no dejarnos que nos mate su gente de José Herrera”, dijo uno de los integrantes del grupo de autodefensas.

Habitantes de la comunidad San José Tercero y sus alrededores reportaron que los ataques a su comunidad también han continuado.

“La violencia armada desangra a nuestras comunidades”

La Pastoral Social de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas emitió un comunicado donde señala las agresiones a que está sometida la población de Pantelhó.

Nuestras comunidades siguen convertidas en crueles campos de batalla y viven sitiadas por delincuentes, grupos armados y cárteles del narcotráfico como se encuentra hoy Frontera Comalapa y otros municipios, con la burda aquiescencia de los cuerpos de seguridad presentes en el territorio; las y los cargadores de la vida y del tiempo de estos pueblos mayas, hoy están siendo sometidos a cargar dolor, muertes y sufrimientos interminables propios de pueblos esclavos”.

Le dirige un mensaje directo al gobierno mexicano: “Señoras y señores, autoridades de los tres niveles de gobierno, esta guerra también es suya, acudan y hagan su labor conforme a derecho desde la verdad aplicando la justicia”.

Por su parte, una docena de organizaciones de la sociedad civil envió un comunicado donde detalla el impacto que esta situación está teniendo en la población. “Se encuentran quienes se están desplazando de manera forzada y, por el otro, quienes no pueden salir de sus casas por temor de ser víctimas de una bala perdida. Además, la población civil no tiene acceso a su territorio, a sus campos de cultivo ni a servicios básicos como educación, salud o transporte”.

Refieren que existen fuertes impactos psicosociales en una población que de manera reiterada ha estado expuesta a estas situaciones de violencia; particularmente llamamos la atención sobre el daño que esto provoca entre las infancias.

“Exigimos a las diferentes autoridades de los tres niveles de gobierno su intervención para proteger a la población civil y construir las medidas necesarias para detener estos episodios de violencia”.

Este viernes, una representación del grupo de “Los Herrera” se presentó en el evento al que asistió la presidenta Claudia Sheinbaum en Chiapas. Ahí ella les dijo: “vimos el tema hoy en el gabinete y los vamos a atender. Tiene sus complicaciones siempre, pero lo peor es darse la vuelta y no atenderlos”.

 Aristegui Noticias

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