Pedro Almodóvar: «Es delirante, injusto y estúpido convertir en invasores, como hace la derecha española, a los niños no acompañados»

<p><strong>»Tiene siete años y medio, no 75″,</strong> dijo<strong> Tilda Swinton</strong> en referencia a <a href=»https://www.elmundo.es/e/pe/pedro-almodovar.html»><strong>Pedro Almodóvar</strong></a><strong>.</strong> Era la réplica de la actriz a unas palabras previas en las que el director confesaba que sentía que cada día que pasa en su vida es uno menos que dispone para vivir. De algún modo, la intérprete quería darle ánimos y él se dejaba querer. No lejos, <strong>Julianne Moore </strong>sonreía. En un ambiente eufórico comparecieron los tres para dar la bienvenida en Lido veneciano a <i><strong>La habitación de al lado.</strong></i> Es decir, a la película número 23 de la filmografía del director o, si se prefiere, la primera que rueda en inglés.</p>

Seguir leyendo

 El director presenta en Venecia al lado de Tilda Swinton y Julianne Moore ‘La habitación de al lado’, su primer largometraje en inglés  

«Tiene siete años y medio, no 75», dijo Tilda Swinton en referencia a Pedro Almodóvar. Era la réplica de la actriz a unas palabras previas en las que el director confesaba que sentía que cada día que pasa en su vida es uno menos que dispone para vivir. De algún modo, la intérprete quería darle ánimos y él se dejaba querer. No lejos, Julianne Moore sonreía. En un ambiente eufórico comparecieron los tres para dar la bienvenida en Lido veneciano a La habitación de al lado. Es decir, a la película número 23 de la filmografía del director o, si se prefiere, la primera que rueda en inglés.

«Rodar en un idioma distinto al español ha sido como aventurarme en un género cinematográfico distinto, en la ciencia-ficción por ejemplo», fue la respuesta más que obligada a la primera de las preguntas. Desde ahí, el cineasta explicó con detalle cómo llegó al libro de Sigrid Nunez Cuál es tu tormento en el que está basada y cómo lo que le decidió del todo, además del asunto tratado, fue la familiaridad con unos personajes formados y contaminados de un mundo, el Nueva York de los 80, tan cercano como conocido. «Conozco perfectamente a otras mujeres como los personajes de Tilda y Julianne», comentó.

Para situarnos, la película cuenta el reencuentro de viejas amigas. Una es escritora y escribe de la muerte para exorcizar atavismos que no entiende y la otra es reportera de guerra y, por culpa de un cáncer, simplemente se muere. Lo que surge de entre las dos habla de muchas cosas. Habla «de agonía en un mundo que agoniza», dijo el director, y habla de muerte, de muerte digna, que es la mejor forma de reivindicar la misma vida. «Nací en La Mancha, soy manchego, y hay una cultura muy grave y muy fuerte de la muerte que soportan las mujeres. De hecho, es más mi hermana la que está en contacto con esta forma de sentir y pensar que yo mismo. Por mi parte, yo estoy cerca del personaje de mi película que no entiende. Con respecto a la muerte y a la vida, me considero muy infantil e inmaduro», añadió.

Todo lo anterior es, si se quiere, personal. Pero la película como el propio Almodóvar siempre va más allá. «Hay muchos asuntos que son centrales y muchos tienen que ver con el mundo. De hecho, mi película no es solo la historia de dos mujeres, también es mi respuesta a los discursos del odio que hay en España y en toda Europa… Es delirante, injusto y estúpido convertir en invasores a los niños no acompañados, como hace la derecha española que habla de mandar al ejército. Pero no solo eso. También quiero hablar del cambio climático y manifestarme en contra de los negacionistas. Tenemos que pararles, tenemos que parar a los negacionistas. El planeta está en peligro sin necesidad de ellos y con ellos está perdido». Pausa. Y fue entonces cuando, y pese a todo, se mostró optimista: «Como me escribió en un libro una vez Almudena Grandes, estoy convencido de que el optimismo es la mejor manera de resistir»

Otro de los asuntos no estrictamente personales y tan agónicos como los citados es la eutanasia. «En otras películas he hablado de enfermedades, pero en este caso es una dolencia terminal. Y desde aquí digo que estoy a favor de la eutanasia. Lo admirable del personaje de Tilda es que decide librarse del cáncer tomando la decisión que toma. Ella decide llegar antes. Es terrible que a la gente en esta situación todavía se les trate como delincuentes. Es terrible que si no profesas ninguna fe, te conviertas en una amenaza para todas ellas. España es el cuarto país europeo en tener una ley de eutanasia, pero es importante que sea un derecho en todo el mundo».

Describe Julianne, y lo hace muy cerca del entusiasmo, la emoción que siente al verse dentro y como coprotagonista de una película de un director al que lleva siguiendo toda la vida. «Cuando vi ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ fue algo increíble», dice y sigue: «Lo impresionante es que Pedro es Pedro en todo momento y en todo lo que hace. La primera vez que fui a su apartamento, él estaba en cada detalle que previamente había visto en su cine». A su lado, Tilda recuerda cuando, siempre en compañía de Derek Jarman, iba a ver todas y cada una de las películas de Almodóvar. «Él representaba el cambio y nos alimentábamos de eso… Siempre quise trabajar con él y hasta le pedí que pensara en un personaje mudo. Es más, estaba dispuesta a aprender el español solo para él». Y así, así de almodovarianas.

 Cultura

Recomendación