Silvia Abril: «Hay que normalizar la menopausia. Las cincuentonas ni somos menos ni nos pueden relegar»

<p>»¿Esto por qué era?», pregunta <strong>Silvia Abril</strong> (Mataró, 1971). Se ríe ante mi sorpresa y se explica: «Chico, estoy con tantas cosas a la vez que me vuelvo loca, curro demasiado». Le recuerdo que hemos quedado a raíz de ‘<strong>Los Wawies</strong>’, la serie de dibujos animados que dobla en Clan TV (RTVE) y recupera el espíritu educativo de los programas infantiles de los 80 y 90. «Es fantástico. Es una oportunidad de que los niños se vuelvan a sentar frente a la televisión para ver algo que les forma y les permite tomar conciencia sobre el medioambiente, la amistad, la tolerancia… Temas sobre los que está muy bien poner la semillita cuando son tan peques, especialmente en una cadena pública y en este momento», explica. </p>

Seguir leyendo

 Está en su mejor momento y lo luce. Series, cine, podcasts… Todo le funciona. «A veces ya le dicen a Andreu [Buenafuente] que es el marido de Silvia Abril», bromea  

«¿Esto por qué era?», pregunta Silvia Abril (Mataró, 1971). Se ríe ante mi sorpresa y se explica: «Chico, estoy con tantas cosas a la vez que me vuelvo loca, curro demasiado». Le recuerdo que hemos quedado a raíz de ‘Los Wawies‘, la serie de dibujos animados que dobla en Clan TV (RTVE) y recupera el espíritu educativo de los programas infantiles de los 80 y 90. «Es fantástico. Es una oportunidad de que los niños se vuelvan a sentar frente a la televisión para ver algo que les forma y les permite tomar conciencia sobre el medioambiente, la amistad, la tolerancia&mldr; Temas sobre los que está muy bien poner la semillita cuando son tan peques, especialmente en una cadena pública y en este momento», explica.

¿Por qué especialmente en este momento?
Dicen que la humanidad vive a base de ciclos y espero y deseo que este que estamos viviendo tenga fin cuanto antes porque estamos viendo cosas muy preocupantes. Por ejemplo, lo de negar el cambio climático como hacen algunos me parece un despropósito. Tenemos muy reciente la dana de Valencia, ¿qué más evidencias necesitamos para convencernos de que la emergencia climática es un hecho? Y muchos científicos dicen que ya llegamos tarde. ¿Qué les dejamos a nuestros peques, a las generaciones que llegan? Es terrible la falta de empatía y sentido común de muchos. En la serie, los personajes son extraterrestres, ve cómo nos portamos los humanos y alucinan. No me extraña.
Aprovechando que te metes en la piel de una alienígena, ¿estamos tan mal, vistos desde fuera?
Buah, no quiero ser catastrofista, pero estamos peor de lo que nos pensamos. Vemos el mar, pero no vemos la cantidad de basura que se encuentra en el fondo del océano y eso mismo nos pasa con muchos problemas, nos quedamos en la superficie y no nos hacemos a la idea de lo fastidiados que estamos.
Has hablado del mundo que dejamos a los niños. ¿Qué es lo que más te preocupa como madre?
Pues, mira, como madre me preocupa que nuestros hijos no crezcan sensibilizados con estos temas sociales. Por suerte, mi hija es mucho más consciente a veces que yo en asuntos como el reciclaje, la importancia de no consumir en exceso y no generar más basura en el planeta en el que vivimos, de cuidar la Tierra, de respetar los animales… Y luego, en lo político, evidentemente me preocupa y me alarma muchísimo el auge de la extrema derecha entre los jóvenes, pero espero que sea cíclico y haya un cambio más próximo que lejano. En nuestras manos también está el sensibilizarles y hacerles crecer con un espíritu crítico. Es algo en lo que yo insisto muchísimo y para ello hace falta leer, informarse, saber quién nos cuenta las cosas y desde dónde nos llega la información. La cultura es una herramienta básica y principal para las generaciones que vienen&mldr; y para la nuestra también, eh.
Como decías al principio, llevas unos años en los que trabajas sin parar, pero ese éxito tardó en llegar.
Pues sí. La verdad es que ahora estoy trabajando muchísimo y ya hace rato. Llevo mucho tiempo trabajando mucho, me siento muy afortunada y no dejo nunca de dar las gracias al público, que al final es el que te mantiene con la pelota sin tocar el suelo, en el candelero y siendo querida y amada. Cada vez que me paran por la calle es para agradecerme lo que hago reír a la gente o lo fácil que les hago pasar momentos difíciles, enfermedades, acompañar a seres queridos en momentos complicados… Soy muy afortunada, pero, como dices, también es verdad que me lo he tenido que currar mucho, me ha llevado muchos años y ahora estoy recogiendo los frutos.
El mundo de la comedia ha sido históricamente hostil con la mujer.
No sé si hostil, pero sí muy masculino. Siempre he estado rodeada de hombres, pero por suerte la cosa ha cambiado y, por fin, ha subido una generación repleta de mujeres que se dedican a la comedia y nos vamos ganando espacios. Ahora tenemos a Henar Álvarez presentando un late show desde el humor en RTVE, a Eva Soriano presentando un programa en la radio, a Carolina Iglesias, a Lalachús dando las uvas&mldr; Las cómicas vamos ganando terreno, lo que pasa es que partimos con mucho retraso, pero viendo a la velocidad que vamos pronto vamos a acabar con esa anomalía que es que no estuviéramos nosotras ahí desde el principio.
¿A qué lo achacas?
Venimos de 40 años de dictadura que han dejado una huella más grande de lo que nos gustaría y este es un caso. Las mujeres estábamos relegadas a otro lugar que no era dar espectáculos y subirnos a escenarios, aunque no quiero olvidar a mujeres que se dedicaban a esto mucho antes que nosotras, como Mary Santpere o Lina Morgan. Siempre hemos escaseado y ahora por fin florecemos y lideramos proyectos, pero aún tenemos muchísimo territorio que recuperar.
Dale un aro de luz a Silvia y déjala hacer.
Dale un aro de luz a Silvia y déjala hacer.Javi Martínez
¿Te han dicho mucho que las tías no sois graciosas?
Buff, un montón. Y ya no es sólo eso, sino darnos oportunidades y dejarnos espacio. Es que estamos en una sociedad todavía muy machista. A pesar de los avances hay una rémora que hay que soltar y que una generación probablemente no la soltará nunca porque ya son mayores, han crecido y se han educado en una cultura ultramachista y les cuesta. Pedir a nuestras abuelas que no se escandalicen al ver a Henar hablar de coños y tetas con esa soltura sería demasiado y lo entiendo. Lo que no tiene explicación es que los que se escandalicen cuando una cómica hace ese tipo de chistes sean los jóvenes. Eso sí que es jodido.
Un tema recurrente en tus podcasts con Toni Acosta (‘El grupo’ y ‘Las del grupo’) ha sido todo lo que supone ser mujeres de más de 50 años, un asunto que en la sociedad y, especialmente, en el mundo del espectáculo tiende a obviarse.
Sí, pero para eso estamos, ¿no? Ese es también nuestro papel, normalizar hablar de según de qué temas. La menopausia, por ejemplo. Aunque a mí no me gusta llamarla menopausia, porque viene de menor y de pausa vital y eso no va conmigo. Yo estoy con el concepto metacíclico. No soy menopáusica, soy metacíclica. Tenemos diferentes ciclos y ahora estamos en uno nuevo y no por ello menos digno. Las cincuentonas no somos menos y no estamos relegadas a nada y en nuestro podcast batallamos mucho por hablar y reírnos de nuestras cosas con total normalidad y libertad.
¿Cuántas veces calculas que te han llamado «la mujer de Andreu Buenafuente»?
No sé contar tanto (risas), pero eso ha empezado a cambiar y ya me he encontrado casos de que nos pare una pareja y ella le diga a él: «Este señor es el marido de Silvia Abril». También te diré que es algo que me ha preocupado relativamente, no me encanta, pero no hago un drama de ello. Normalizando algo así se consiguen más cosas que enfadándote.
¿Tienes el síndrome del payaso triste o eres una cómica feliz?
Soy bastante igual por dentro que por lo que se ve fuera. Tengo momentos de intimidad y días tristes, pero no soy ese tipo de comediante que luego está siempre mal. Te afectan las cosas como a cualquiera, claro. Por ejemplo, con la dana estuve muy triste y muy jodida y, a veces, me han podido pedir una foto y yo decir que no es el momento o no tengo el día. Es lícito porque si no desarrollaría una enfermedad mental por vivir en una burbuja y no tocar con los pies el suelo. Por ejemplo, lidio mucho con esa situación cuando vamos con mi hija y muchas veces tengo que explicar: «Chicos, hoy no. Estamos en modo familia y vamos a hacer vacaciones también de fotos para darle una normalidad a nuestra hija». Pero la gente es muy comprensiva en general.
Como miembro de la familia El Terrat (la productora de Buenafuente que coproduce ‘La Revuelta’), ¿cómo valoras todo el lío que se ha montado con la batalla Broncano-Motos?
Creo que nos hemos vuelto un poco locos y eso se ha ido de madre, especialmente por el enfoque político. En casa lo hemos vivido con el buenismo que nos caracteriza: por favor, convivamos en paz; por favor, fair play. Esto no tiene que ser una guerra porque, al final, lo que está sucediendo es beneficioso para todos: para los que consumimos televisión supone tener más opciones y para los que trabajamos en este mundo supone tener más público. Cuantas más opciones haya, mejor para todos porque hay gente que no comulga con Pablo Motos, pero también hay gente que no comulga con David Broncano y es perfecto que cada uno encuentre su sitio. Pablo no ha perdido espectadores y la aparición de David en la tele en abierto ha recuperado espectadores que la televisión había perdido. Es un win-win de manual. Todos ganamos y elevarlo a una batalla política me parece una soberbia tontería.

 Cultura

Recomendación