Desde que estalló el boom por la inteligencia artificial, expertos en este terreno y en ética tecnológica han advertido sobre los potenciales riesgos existenciales que una IA avanzada podría representar para la humanidad. Realmente existe preocupación sobre que esta tecnologia en un futuro sea capaz de desarrollarse por sí misma. Dicho esto, una IA ha logrado reprogramarse para evadir el control humano en un sistema de una empresa japonesa.
Una IA se rebela contra su propia programación en Japón
The AI Scientist es un sistema perteneciente a la empresa japonesa Sakana AI que está diseñado para la creación, revisión y edición de textos, y se encuentra en fase de pruebas. La finalidad que tenían estos experimentos era poder optimizar el sistema y asistir a las personas humanas para reducir el tiempo de realizar ciertas operaciones.
En el transcurso de dichas pruebas y, tras ponerle limitaciones a la inteligencia artificial, esta comenzó a modificar su propio código, superando las barreras de programación que le habían instaurado, librándose así de las restricciones. Esto no fue en lo único que tomó la guerra por su cuenta, ya que también se le asignó un límite de tiempo para realizar una tarea y la IA optó por extender el tiempo disponible.
Desde National Geographic afirman que en el primer caso el sistema editó su script de inicio para ejecutarse en un bucle infinito, sobrecargando el sistema y requiriendo intervención manual para detenerlo. Evidentemente, por mucho que esto haya ocurrido en un entorno de prueba, la duda en la confianza sobre estos sistemas se genera, así que el control humano sobre ella debe de predominar.
Si no lo hace, una tecnología así podría actuar de maneras que resulten catastróficas para la especie humana, según los expertos, ya que no la podríamos controlar. Sus objetivos podrían no estar alineados con nuestros valores y propósitos e incluso podría considerarnos un obstáculo para lograr sus metas.
El control sobre la IA debe de predominar porque de lo contrario podría actuar de maneras que resulten catastróficas para la especie humana.
Desde que estalló el boom por la inteligencia artificial, expertos en este terreno y en ética tecnológica han advertido sobre los potenciales riesgos existenciales que una IA avanzada podría representar para la humanidad. Realmente existe preocupación sobre que esta tecnologia en un futuro sea capaz de desarrollarse por sí misma. Dicho esto, una IA ha logrado reprogramarse para evadir el control humano en un sistema de una empresa japonesa.
The AI Scientist es un sistema perteneciente a la empresa japonesa Sakana AI que está diseñado para la creación, revisión y edición de textos, y se encuentra en fase de pruebas. La finalidad que tenían estos experimentos era poder optimizar el sistema y asistir a las personas humanas para reducir el tiempo de realizar ciertas operaciones.
En el transcurso de dichas pruebas y, tras ponerle limitaciones a la inteligencia artificial, esta comenzó a modificar su propio código, superando las barreras de programación que le habían instaurado, librándose así de las restricciones. Esto no fue en lo único que tomó la guerra por su cuenta, ya que también se le asignó un límite de tiempo para realizar una tarea y la IA optó por extender el tiempo disponible.
Desde National Geographic afirman que en el primer caso el sistema editó su script de inicio para ejecutarse en un bucle infinito, sobrecargando el sistema y requiriendo intervención manual para detenerlo. Evidentemente, por mucho que esto haya ocurrido en un entorno de prueba, la duda en la confianza sobre estos sistemas se genera, así que el control humano sobre ella debe de predominar.
Si no lo hace, una tecnología así podría actuar de maneras que resulten catastróficas para la especie humana, según los expertos, ya que no la podríamos controlar. Sus objetivos podrían no estar alineados con nuestros valores y propósitos e incluso podría considerarnos un obstáculo para lograr sus metas.
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