<p>Ya queda lejos aquella <strong>Amaia </strong>de 18 años recién salida de la academia de Operación Triunfo que algunos veían como una chica paradita y algo despistada. Lo que no ha desaparecido es esa naturalidad que la caracteriza. Vestida como una colegiala, con merceditas, calzas, falda de vuelo y una diadema, espera sentada en un vestíbulo de la primera planta del Hotel UMusic, a unos pasos de la madrileña Puerta del Sol. Se muestra tranquila y sonriente ante lo que se prevé como una jornada interminable de entrevistas. La rodea una decena de personas de su equipo, pero a ella no le entran prisas a la hora de despachar a unos y otros periodistas.</p>
La navarra publica este viernes ‘Si abro los ojos no es real’ un álbum donde nos abre las puertas a un mundo de fantasía y en el que sincera como nunca antes
Ya queda lejos aquella Amaia de 18 años recién salida de la academia de Operación Triunfo que algunos veían como una chica paradita y algo despistada. Lo que no ha desaparecido es esa naturalidad que la caracteriza. Vestida como una colegiala, con merceditas, calzas, falda de vuelo y una diadema, espera sentada en un vestíbulo de la primera planta del Hotel UMusic, a unos pasos de la madrileña Puerta del Sol. Se muestra tranquila y sonriente ante lo que se prevé como una jornada interminable de entrevistas. La rodea una decena de personas de su equipo, pero a ella no le entran prisas a la hora de despachar a unos y otros periodistas.
Este viernes, 31 de enero, publica su tercer disco de estudio, Si abro los ojos no es real, un álbum maduro en el que nos descubre un mundo de fantasía -los videoclips son una película en sí mismos- donde se sincera como nunca antes en muchas de sus letras. La navarra reflexiona sobre la muerte o habla abiertamente de la relación complicada que mantiene con su madre. Aunque su familia, explica, es un gran pilar en su vida. Solo hace falta levantar la vista un segundo para ver por allí a su hermano y mánager Javier, igual de atento a que todo el que pase por allí se sienta cómodo.
- El título del disco puede dar a entender que no terminas de creerte lo que está pasando con tu vida, pero también puede hacer referencia a un mundo de sueños. ¿Cómo tenemos que interpretarlo?
- Para mí también tiene varios sentidos. Estuve bastante tiempo pensando en él porque me resulta complicado encontrar un concepto que englobe todas las canciones. Me decidí por éste escuchando una de ellas, Nanai. Al final del tema canto: Esto se acaba, voy a despertar. Ya no me acordaba que esto no es real. Me encantó la idea.
- Tus últimos videoclips siguen una línea onírica donde de repente aparecen elementos inesperados. Hay claramente un cambio en tu línea creativa.
- Sí, me gusta mucho jugar con lo imprevisible, me divierte mucho. Por primera vez estoy teniendo una figura de director creativo, Daniel 2000, que a su vez es mi novio. Tiene unas ideas impresionantes. Su mente es increíble y hemos encajado. Me ha entendido a la perfección y hemos logrado una mezcla muy guay.
- Está bien que no tengas miedo a decir lo que te aportan quiénes te rodean sin pensar en que alguien pueda hacer de menos tu trabajo.
- Es que desde que trabajamos juntos siento que todo el proyecto ha dado un paso más. Siento que está en otro nivel y en gran parte ha sido gracias a él.
- Nunca has dicho que tu objetivo fuera ser la artista más mainstream de España, pero ¿te gustaría que esa nueva creatividad llegara a más gente? Con su actuación viral en La Revuelta hace unas semanas de algún modo lo conseguiste.
- Yo no busco hacer más números ni tener más popularidad, mi objetivo es mantenerme tal y como estoy. Creo que mi personalidad no encaja con tener una popularidad muy grande. Si de repente una de mis canciones empieza a sonar mucho, perfecto. Pero no voy a salir mucho públicamente, creo que no lo podría sobrellevar.
- ¿El éxito se mide hoy en bernabéus?
- Bueno, depende de cada persona. Al final el éxito es súper relativo. Para mí no es eso, aunque entiendo que para otra persona sí lo sea. No es ni mejor ni peor. Creo que al final lo que todos queremos es vivir tranquilos y en paz.
- Ahora en febrero haces un WiZink Center y dos conciertos en el Sant Jordi Club.
- Sí, va a ser mi gira más ambiciosa. He cambiado el formato a nivel de banda y va a ser todo nuevo. Tampoco quiero decir mucho porque quiero que sea una sorpresa, pero hay bastante gente implicada. Para mí va a ser un reto y la verdad es que estoy bastante nerviosa. Me sigo poniendo muy nerviosa con todo el proceso y el mismo día de los conciertos. Cuando me subo al escenario ya me relajo porque conecto con lo que estoy haciendo y siento que es lo que mejor se me da.
- Hace unos años, Rosalía defendió en una entrevista con ‘La pija y la quinqui’ que para avanzar es necesario dar cringe, vergüenza ajena. ¿Qué piensas sobre esto?
- Vi aquello y recuerdo que me hizo reflexionar muchísimo. Yo me pienso mucho cada cosa que subo en redes pero intento que a la vez parezca que no le he dado vueltas. Soy una persona muy sensible a dar vergüenza ajena o a que algo me la dé. Al final creo que son prejuicios y que no es sano. Ella tiene razón, si quieres llegar a algo es inevitable dar vergüenza en algún momento.
«Ver a mi madre como alguien independiente y con inseguridades me ayudó a entenderla»
- En el álbum, dedicas la canción M.A.P.S. a tu madre. Hablas de cómo te sentías controlada por ella cuando te mudaste a Barcelona tras salir de OT. ¿Siempre fue controladora contigo o fue a raíz de irte de casa?
- Creo que las relaciones con las madres siempre son complicadas. Mi madre es una de las personas más importantes de mi vida, pero va por temporadas. Unas, genial; otras, no tanto. La relación va evolucionando, pero el tema de mi madre es algo que me emociona muchísimo. Fue hace relativamente poco cuando la empecé a ver como un ser humano, con sus inseguridades y su vida, y no sólo como mi madre. Eso me ha ayudado mucho a la hora de entenderla y de empatizar con ella.
- ¿Qué fue lo que te hizo clic?
- Hace dos años, cuando estaba empezando con el disco, mi madre y mis tíos rescataron unos vídeos en Super 8 de cuando eran pequeños. Me impactó muchísimo ver a mi madre como una niña de cinco años con sus mismas caritas y sus mismos gestos.
- Hay otro tema en el disco en el que no sé si le cantas a tu futura hija o si es lo que te hubiese gustado que tu madre te dijese a ti.
- En esa canción me quise poner en la piel de mi madre. Es ella pidiéndome a mí que le entienda a ella.
- ¿Cómo de importante es para ti tu familia? Creo que tu hermano trabaja contigo.
- Sí, es mi mánager. Les tengo muy presentes. Igual estoy pensando en alto, pero siento que tampoco hay que romantizar mucho la familia. Quiero decir, puedes tener unos padres o unos hermanos que te caigan mal y separarte de ellos. No pasa nada. Si te va bien todo depende de la relación que tengas. Pero en mi caso tenerles cerca me ayuda y me gusta que estén muy presentes. Siempre me pongo nostálgica pensando en ellos y en mi infancia.
- En las dos últimas canciones del álbum hablas de la muerte. ¿Es un pensamiento recurrente en ti?
- Sí, es un tema que tengo muy presente porque me genera mucha curiosidad y mucho miedo a la vez. Que nos vamos a morir es lo único seguro en el mundo. Inconscientemente suelo pensar que todo va a durar para siempre y cuando de repente empiezo a pensar que no es así, me entra una sensación desagradable y de mucha pena.
- ¿Pero piensas en la muerte desde que eras pequeña o es algo de ahora?
- Siempre ha estado ahí, pero justo el año pasado se murió mi abuela, que ha sido la primera muerte cercana que he vivido siendo adulta. Eso me hizo reflexionar más. Aunque en realidad creo que no es algo que me cambie en el día a día. Yo intento estar muy conectada con el presente y conmigo misma.
- Volviendo al tema de los sueños, ¿eres de las personas que creen en su significado y lo busca nada más despertarse?
- Creo que a veces sí puede haber un significado y, otras, simplemente estás estresado o sueñas cosas sin ningún sentido. Pero sí, pienso que hay veces en que los sueños pueden avisarte de algo.
- ¿Qué te haría feliz conseguir con este trabajo?
- Estaría contenta si la gente entiende lo que quiero expresar con él y si consigo mantener esta línea. Estoy bastante orgullosa de lo que estamos consiguiendo a nivel comunicación y me gustaría mantenerme en eso, no que salga el disco y desaparecer de redes como he hecho con los dos últimos discos. Que sea mi sello de identidad y se vaya recordando.
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