<p>«El <i>tiktokalipsis </i>de la música», titulaba el viernes pasado <i>Pitchfork</i>, una de las revistas musicales más importantes de EEUU, sobre la <strong>orden judicial de cerrar TikTok en el país</strong>. Como si se tratara de una coreografía perfecta, ese fue el espíritu que se extendió por la industria musical ante la suspensión de la red social china, salvada el domingo por Donald Trump. TikTok solo estuvo apagado durante 14 horas en EEUU, pero fue tiempo suficiente para que se extendiera el <strong>pánico en el negocio de la música</strong>, que lo ha convertido en su escaparate favorito.</p>
El fugaz cierre de la plataforma en EEUU desató el pánico en la industria musical, que ha encontrado en la red china su mejor plataforma. Sin embargo, muchos advierten de su influencia:»Tiene un poder excesivo en las canciones y en el mundo en general»
«El tiktokalipsis de la música», titulaba el viernes pasado Pitchfork, una de las revistas musicales más importantes de EEUU, sobre la orden judicial de cerrar TikTok en el país. Como si se tratara de una coreografía perfecta, ese fue el espíritu que se extendió por la industria musical ante la suspensión de la red social china, salvada el domingo por Donald Trump. TikTok solo estuvo apagado durante 14 horas en EEUU, pero fue tiempo suficiente para que se extendiera el pánico en el negocio de la música, que lo ha convertido en su escaparate favorito.
Hay artistas que pueden desarrollar su carrera sin tener ninguna relevancia en la red de los bailes cuquis, es cierto, pero ser grande en TikTok asegura de inmediato un contrato discográfico, especialmente en la música pop. Es la mejor plataforma de lanzamiento: desencadena subidas millonarias de escuchas en Spotify y el resto de plataformas de streaming. Las propias canciones de pop moderno han modificado su estructura y sus mensajes al gusto de las tendencias en la red social, con el estribillo desde el comienzo, letras pegadizas sin necesidad de tener consistencia, ganchos de sonido efectistas y duración más corta. Los vídeos tiktokeros también han influido decisivamente en los conciertos, que se han ido acercando a la retransmisión vertical del móvil. Su impacto en la música, particularmente en la nueva música, ha sido profundo y generalizado.
«Cada época tiene su forma de consumir música y esta es la época de TikTok, igual que antes fueron las de la radio o la televisión. Es así. Tiene una influencia enorme, masiva, y no creo que sea algo malo», dice Paul Thin. «Yo no soy un gran fan de la plataforma, pero gracias a ella se ha conseguido democratizar la música, ha permitido que cualquiera desde su casa pueda darse a conocer. Eso es súper importante, porque hace 15 años la música era un mundo completamente cerrado en el que era muy difícil entrar», añade el joven cantante, que quedó segundo en la última edición de Operación Triunfo.
«Trabajo con sellos que cuando buscan nuevos talentos realmente tienen muy en cuenta TikTok, es lo que más les preocupa y lo más relevante en su toma de decisiones», explica una de las personas que mejor conoce la industria discográfica de EEUU, Andreas Katsambas, presidente y director de operaciones de Chartmetric, la herramienta de análisis de datos más usada entre las discográficas para calibrar la relevancia de los músicos. «Esos sellos buscan talentos que estén calientes en TikTok, con un público creciente, y usan esos números para luego desarrollar al artista en Spotify y YouTube y en todas partes».
«También es cierto que hay músicos gigantes en TikTok que luego no arrastran público a los conciertos o festivales», advierte el presidente de Chartmetric, quien vino a España en la última edición de BIME. «Lo que está claro es que TikTok ha tenido un impacto enorme en la industria musical de muchas formas. Ayuda a artistas desconocidos a salir de la nada y a tener éxito muy rápidamente. La cuestión es, ¿cómo repetir ese éxito? ¿Cómo se construye un público? Es decir, ¿cómo logra un artista que consigue un éxito viral conservar a su audiencia cuando saca una nueva canción? El gran reto para un artista que alcanza el éxito en TikTok es ese: ganar la lealtad de la gente, conseguir una base de seguidores que le permita replicar el éxito».
Su conclusión: «Es una gran plataforma para descubrir música y para lograr un gran éxito, ahora tenemos que ver si va a estar ahí para ayudar a crear carreras también. Esa va a ser la clave en el futuro».
Eso es precisamente algo que duda Narcís Rebollo, presidente de GTS, la agencia de representación de Aitana, David Bisbal, Morat, Ana Guerra, Carolina Durante, Lola Índigo, Amaia, Pablo López, Bustamante y Sen Senra, entre otros: artistas para los que TikTok es importante. «A TikTok le puedes dar la responsabilidad del éxito de una canción de cada varios millones que salen. Son fenómenos virales puntuales de un contenido y eso no te va a hacer una carrera», sentencia quien fuera presidente durante una década de Universal Music, la discográfica con mayor facturación de España. «Una compañía que basa su estrategia en TikTok muestra falta de conocimiento y de ver un enfoque global del artista», opina.
Una canción entre millones, dice el influyente manager. No exagera: el año pasado se publicaron 18 millones de canciones nuevas (un millón y medio al mes), según un reciente informe de Luminate, empresa estadounidense de análisis de datos musicales. ¿Es un falso mito de Silicon Valley que cualquiera puede conseguir un éxito viral? «Es como decir que a cualquier ser humano le puede tocar la lotería. Es una apuesta con una probabilidad de equis millones de que te toque», dice Rebollo.
A Mafalda Cardenal, por seguir con el símil, le tocó esa lotería. Su canción Tu fan viralizó en 2024 y ya suma casi 90 millones de escuchas en Spotify, tras dos años subiendo vídeos cuando estudiaba en la universidad. «Yo me dedico a la música gracias a TikTok. A mí me ha ayudado infinitamente, estoy súper agradecida», explica. «Es una maravilla la exposición que te da y cómo con su algoritmo llegas a muchísima gente de todo el mundo a la que de otro modo no accederías. Mi música empezó a gustar en México, hice una gira allí y este año voy a repetir después de que salga mi primer disco, en mayo».
En 2024, esta artista alicantina de 23 años actuó en salas de 150 personas de México; en 2025 espera poder duplicar esa cantidad de público. Así es como gana el dinero: en los conciertos y plataformas de streaming. «Tuve la opción de monetizar mis tiktoks, pero opté por no hacerlo, porque realmente lo positivo que tiene es que puedes redirigir todo el tráfico de TikTok a tu cuentas de Spotify y de Instagram», explica Mafalda Cardenal. «Yo priorizo al cien por cien la exposición que te da TikTok y su algoritmo para luego eso convertirlo en reproducciones en Spotify, en iTunes, etcétera».
Universal Music retiró su catálogo del gigante chino hace ahora un año: la multinacional consideraba que la remuneración a sus artistas por el uso de sus canciones era injusta. El divorcio duró tres meses y fue torpedeado por Taylor Swift, que en abril llegó a un acuerdo personal con la plataforma para que sus canciones volvieran a estar accesibles. A principios de mayo, Universal y la red social firmaron la paz y quedó claro que TikTok puede pagar mal por el uso del contenido, pero que es un mal necesario para la música. «Hay que estar en TikTok», admite Rebollo. «Obviamente, hay artistas que no lo necesitan para tener un recorrido, pero a día de hoy es una herramienta importante».
En solo siete años, TikTok ha llegado a 170 millones de usuarios registrados en EEUU, lo que supone la mitad de la población. Es la misma cantidad que tiene Instagram y un poco menos que Facebook, que cuenta con 194 millones de usuarios. Sin embargo, ninguna red social está tan enfocada en la música como la heredera de Musical.ly. «Cualquier campaña de marketing de un artista que pretenda tener una llegada masiva tiene que estar en TikTok», afirma Blanca Salcedo, directora general de Sony Music, la segunda compañía discográfica en volumen de negocio en España. «Es una red muy importante y con muchísima audiencia. ¿Que un artista puede vivir en la música sin TikTok? Pues sí, sobre todo si ya tiene una audiencia estable. A Leiva ni me lo imagino ahí, él vive perfectamente sin TikTok, pero sí es cierto que la mayoría de fenómenos musicales se producen en TikTok, y eso incluye artistas de catálogo que han tenido un repunte enorme y que han sido descubiertos por los jóvenes como Camarón, Melendi, El Canto del Loco o Pereza».
«TikTok es el espacio más decisivo para la música joven», sentencia la directora general de Sony. ¿Y qué supone eso? «Eso supone problemas. Y supone cambios. Es un actor muy importante, pero hay una discusión: ellos no se consideran una plataforma de monetizar la música, sino más que nada una plataforma como de promoción, pero en realidad no, son una plataforma de consumo. No estamos de acuerdo con eso. TikTok no es MTV, no es solo un escaparate. El consumo se queda ahí dentro. Si un artista hace chorrocientos mil streams y viraliza y lo que sea, el retorno económico es irrisorio. No se les va a negar que tienen capacidad para hacer éxitos, pero están haciendo un uso de la música que no se convierte en éxito y que por lo tanto no se monetiza y no se paga adecuadamente».
Así que, ¿tiene TikTok un poder excesivo en la música? «Tiene un poder excesivo en la música y en el mundo en general», responde Salcedo. «En todos nosotros, y en todas las edades, porque hablamos de ello como si fuera una cosa solo de jóvenes, y es cierto que tiene muy cautiva a esa franja de edad, pero yo estoy en la sala de espera del médico y veo a las señoras mirando los vídeos de TikTok».
Paul Thin tiene 22 años y es crítico con la plataforma: cree que ha influido negativamente en la forma de escuchar canciones. En su opinión, la manera inmediata y fugaz en que se consume el contenido, un ciclo infinito de vídeos sin contexto ni conexión entre ellos, ha hecho que «la música se haya convertido en un contenido más superficial» y también ha provocado que «el propio artista la consuma así también y por tanto pase a hacerla con ese estilo». Ahora, en todo caso, encuentra que la situación está cambiando y que hay todo tipo de tendencias, y apunta a que «ya no hay canciones típicas de TikTok». «Ahora que es generalista volvemos a descubrir canciones de todo tipo y Bad Bunny está en todos los charts con una canción de salsa de seis minutos».
Muchas personas en la industria de la música, incluidos artistas, piensan que es un socio desleal, que entre todos han creado un monstruo y que la dependencia es demasiado grande. ¿El cierre habría sido, por tanto, una mala noticia para el sector, o lo mejor que podía pasar? No hay una respuesta fácil para una realidad compleja, pero en un negocio tan instalado en el corto plazo, lo más fácil sería probablemente contestar volviendo al inicio: habría sido el tiktokalipsis.
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